Madrid, 23 oct (EFE).- ERC volverá a presidir la Comisión de Industria en el Congreso de los Diputados y negocia también repetir la dirección en la Comisión de Infancia y Adolescencia, al tiempo que los republicanos siguen mostrando su predisposición a apoyar una investidura de Pedro Sánchez si se cumple con la amnistía, el déficit fiscal y Rodalies (Cercanías).
Fuentes de ERC en el Congreso inciden a EFE en que las conversaciones sobre la investidura del secretario general del PSOE y presidente en funciones, Pedro Sánchez, siguen avanzando, aunque todavía hay «mucha parte técnica y política por hablar».
En una semana, en la que la discreción sigue siendo la tónica predominante en torno a las negociaciones con los independentistas de ERC y de Junts, y en la que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, todavía no ha anunciado la fecha del debate de investidura, los republicanos empiezan a movilizarse en el Congreso para situarse en las diferentes comisiones parlamentarias de cara a su próxima constitución.
Pese a que queda una veintena de comisiones por crearse, ERC ha pactado ya con el PSOE la presidencia de la Comisión de Industria, que estará tutelada por la diputada Inés Granollers, que a su vez también podría presidir la comisión de Infancia y Adolescencia.
La Comisión de Industria, ya estuvo en manos de ERC en la XIV Legislatura bajo la presidencia de Joan Capdevila, el actual delegado del Govern en Madrid. Para ERC el sector industrial es clave para el tejido empresarial catalán y desde hace semanas así se lo habían hecho saber a los socialistas.
En esta nueva legislatura, aunque el grupo parlamentario de ERC ha pasado de tener 14 diputados a 7, siguen siendo claves para poder sacar adelante con su apoyo las leyes de un posible gobierno de coalición entre PSOE y Sumar.
Bajo esta premisa, todos los diputados de ERC se reunieron la semana pasada para distribuir su presencia en las comisiones y los temas que deberá llevar cada uno. También para posicionarse sobre la estrategia que tendrán de cara a la reedición de un Ejecutivo de Sánchez.
Los republicanos siguen avisando de que un apoyo a la investidura no supone dar un cheque en blanco a los próximos presupuestos generales del Estado ni a toda la Legislatura. Como repite su portavoz Gabriel Rufián, «el voto de ERC se suda».
Y recuerdan que aunque facilitaron la última investidura de Sánchez, lo hicieron con una abstención, que «debe interpretarse como un símbolo», señalan a EFE al tiempo que dejan entrever la importancia de volver a retomar la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña.
«No se ha avanzado casi nada», inciden y sin mencionar expresamente la autodeterminación señalan el último punto del acuerdo de esa Mesa que se refería a «acuerdos públicos que sean representativos de una mayoría amplia y transversal en el ámbito social…o de cualquier otra índole para superar la judicialización y sus efectos».
ERC insiste en que el último punto pide «someter a votación el resultado de la negociación», que vincula a la resolución del conflicto político.
«Y esto no es unilateralidad», avanzan, diferenciándose de Junts.
Lo cierto es que la mesa de diálogo fue fruto del pacto entre ERC y el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez y se ha reunido en tres ocasiones.
La primera vez en la Moncloa en febrero de 2020, con Quim Torra como presidente de la Generalitat, la segunda, en Barcelona, en septiembre de 2021, ya con Pere Aragonès al frente del ejecutivo catalán y en esta ocasión sin JxCat, y la tercera en julio de 2022, en la que acordaron las posibles vías para «desjudicializar» la vida política catalana.
En septiembre de este año Aragonès abrió la puerta a que Junts se incorpore a la mesa de negociación para «replantar los instrumentos» porque «en la resolución del conflicto debe participar todo el mundo».
De momento, los republicanos en el Congreso siguen trabajando en sus estrategias de cara a la XV Legislatura ya que tras apoyar la presidencia de Armengol en el Congreso advierten de que quedan pendientes puntos como la creación de una comisión de investigación del caso Pegasus, que afectó a decenas de dirigentes independentistas que fueron espiados a través de sus teléfonos móviles.