El consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, se ha mostrado partidario de que se mantenga el toque de queda entre la medianoche y las seis de la mañana porque aunque la evolución de los contagios en Madrid es descendente, para la Comunidad es difícil controlar los contactos en esas horas.
Así lo ha dicho en declaraciones en Catalunya Radio, donde ha insistido en que «lo que pasa de puertas hacia afuera y hacia adentro», en reuniones públicas o privadas, es difícil de controlar de noche, y es precisamente ahí donde se dan más contagios.
Pese a la evolución descendente de casos en la Comunidad, el consejero ha señalado que esa bajada no se está produciendo «con toda la velocidad» que le gustaría al Gobierno regional, y por eso cree que «habría que mantener» el toque de queda nocturno de manera que se pueda «vigilar la noche».
Respecto al horario -en Madrid se aplica desde las 0.00 horas mientras que en otras comunidades es desde las 22.00-, Escudero ha justificado que responde a la voluntad de permitir que la hostelería pueda atender clientes hasta más tarde, teniendo en cuenta que los bares y restaurantes son entornos «seguros» por la limitación de aforos, la prohibición de utilizar las barras o las exigencias de distancia de seguridad y de limpieza en los recintos.
No se ha mostrado partidario, en cambio, de recurrir a un confinamiento domiciliario y menos con carácter general, porque decisiones «de tal calado» deben valorarse de forma «muy selectiva».
Preguntado sobre si, ahora que Cataluña tiene peores datos de contagios en Madrid, la Comunidad va a recomendar a sus ciudadanos no viajar a Cataluña -como el presidente catalán hizo a la inversa hace unas semanas-, Escudero ha subrayado que lo que el Gobierno madrileño recomienda es viajar cuando sea «absolutamente imprescindible» y evitar la movilidad hacia cualquier parte para contener la segunda ola.
Escudero ha criticado también la «falta de liderazgo» y una «estrategia mucho más clara» del Ministerio de Sanidad en esta pandemia, así como el hecho de no haber escuchado a Madrid cuando desde principios de marzo advirtió «de lo que venía», que centralizara las compras de material y luego «no llegaban», y finalmente que impusiera el estado de alarma y cerrara las grandes ciudades de la Comunidad.
«La sensación es que, más que ir de la mano (de las comunidades autónomas, el Ministerio) sobrevolaba los problemas, y eso no era bueno», ha apuntado, antes de añadir que «en algunos momentos» se politizó la gestión, como cuando no se dio tiempo a Madrid a demostrar el buen resultado de sus medidas y se le obligó a cerrar las ciudades.
Preguntado por qué errores cree que ha cometido la Comunidad de Madrid durante la gestión de la pandemia, el consejero ha apuntado que quizá fue en verano, cuando se estableció un «programa de descanso de los profesionales» sanitarios que coincidió con el ascenso de nuevo del número de casos.
Fuente: © EFE 2020.
