España despliega el sistema de acogida de las familias ucranianas que este sábado han seguido llegando a las distintas comunidades autónomas, derivando si lo precisan a centros hospitalarios, mientras se inician nuevos operativos de ayuda para facilitar la huida a las miles de personas atrapadas por la guerra.
El rey ha garantizado la plena solidaridad de España con Ucrania ante el sufrimiento «desgarrador» que están soportando sus ciudadanos a causa de una guerra «sin justificación», en un acto celebrado en La Palma, donde este domingo se celebra la Conferencia de Presidentes para abordar la coordinación en la acogida de los refugiados.
En medio de la tragedia de la guerra, este sábado conocíamos historias de esperanza, como el nacimiento del primer bebé de una madre ucraniana huida de la guerra en el hospital de Dénia (Alicante). La madre, Mariia, de 44 años, llegó el pasado 7 de marzo desde Strutyn, cerca de la frontera con Polonia, hasta la localidad alicantina de Jávea, donde reside su hermana Natalia desde hace más de 20 años.
Esta madrugada llega a Alicante un tren procedente de París con un número no confirmado de desplazados procedentes de Ucrania y se ha activado un dispositivo con decenas de voluntarios por parte de la Cruz Roja y otras ONG, aunque se prevé que buena parte de los desplazados sean recogidos por familiares o amigos en la provincia alicantina.
Un grupo de 52 ucranianos, entre ellos veintisiete niños, ha llegado al hospital madrileño Isabel Zendal, en un autobús procedente de la frontera con Polonia, para recibir asistencia sanitaria. En el centro se han realizado pruebas de covid y facilitado alimentos, pañales y juguetes para los pequeños.
Madrid ya ha escolarizado a 68 niños ucranianos desplazados por la guerra, la mitad de ellos en cursos de primaria, y prevé la apertura de 77.000 plazas educativas en un dispositivo que incluirá aulas de enlace, equipos de traducción e interpretación y becas, según ha explicado el consejero madrileño de Educación, Enrique Ossorio.
En Salamanca se han reencontrado tres generaciones: Zoya, de 72 años, su nieta Anna, de 29, y sus bisnietos, Román y Maxim, de 7 y 2 años. Allí comienzan su exilio forzado por la invasión rusa de Ucrania y relatan a Efe que salieron el 3 de marzo de su ciudad Korosten, al noroeste de Kiev, por una guerra ejecutada por un país que había sido «como hermano».
Esta familia forma parte de un grupo de 50 ucranianos que se subieron a un autobús salmantino, en una operación promovida por la Asociación de Ucranianos en Salamanca, aunque solo siete de ellos llegaron a esa ciudad, ya que el resto se quedó en Madrid para irse a otras ciudades, como Valencia.
«Trabajamos juntos con nuestros socios europeos. La UE está respondiendo en este conflicto como la gran Europa que es, una Europa unida que se compromete con todas las personas que huyen del conflicto», ha señalado el ministro en la isla de La Palma.
Cruz Roja Española ha enviado este sábado a Hungría desde su centro logístico de ayuda humanitaria de Las Palmas de Gran Canaria 13.720 kilos de enseres de cocina y toldos y mantas para dar abrigo a los desplazados por la invasión rusa de Ucrania: 1,5 millones ya en Polonia.
La guerra en Ucrania está forzando cambios en la agricultura de manera urgente para aumentar la producción y mantener la oferta de alimentos en España y en la Unión Europea (UE): España compra a Ucrania el 27 % de sus importaciones de maíz y el 62 % de sus adquisiciones de girasol.
Madrid, 12 mar (EFE)