Beirut, 5 jul (EFE).- Determinar el paradero de al menos 100.000 personas desaparecidas en Siria será una tarea «muy difícil» para el órgano que las Naciones Unidas aprobó crear la semana pasada, pues se hará por primera vez sin ningún acceso a terreno ante la oposición de Damasco, considera la experta de la ONU Grazyna Baranowska.
En una entrevista telemática con EFE, la miembro del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias alertó de la disparidad de cifras y prefiere referirse a «al menos 100.000» desaparecidos, de los que la mayoría «parecen» ser por parte de las «autoridades estatales» y por tanto «forzosos».
El Gobierno sirio, sospechoso de estar detrás de muchas de las desapariciones ocurridas durante los últimos doce años de conflicto armado, ha calificado la creación de este órgano investigador independiente de «flagrante interferencia» en sus asuntos internos y no cooperará con él.
«Que yo sepa, y estoy bastante segura de ello, este es el primer órgano que estará completamente en el exilio (…) y en ese sentido no hay otro al que compararlo. Así que no ha pasado nunca antes que un órgano creado no tenga ningún tipo de acceso al territorio», explicó Baranowska.
LA GRAN TRABA
«Personalmente, no creo que vaya a ser posible determinar el destino y paradero sin la cooperación del Gobierno sirio. En lo que se refiere a algunos sí, pero no la mayoría», reconoció la experta, si bien no descarta la posibilidad de que Damasco pueda cambiar de parecer en el futuro.
Aunque improbable, lo mismo podría ocurrir con los grupos insurgentes y otros actores no estatales que todavía controlan algunas partes de Siria en la actualidad.
La investigadora polaca no ve inconveniente a que el órgano se beneficie de la cooperación de alguno de esos actores si accediesen a compartir expedientes de personas detenidas en sus territorios o incluso a permitir la entrada de los expertos, siempre que fuese «seguro» para ellos.
Sin embargo, de primeras, la institución deberá emplear métodos alternativos para cumplir con su mandato.
Serán clave los testimonios de las víctimas y los familiares de los desaparecidos, un proceso que también presenta un «gran desafío»: garantizar la seguridad de los entrevistados dentro de Siria, así como de los refugiados y parientes suyos aún en el país que pudieran enfrentar represalias.
Baranowska explica que hay otros métodos disponibles como las «nuevas tecnologías» para determinar la ubicación de fosas comunes y ayudar a conectar información por su cercanía a centros de detención; o analizar las declaraciones de algunos perpetradores que ya han sido condenados en países como Alemania.
«Simplemente crear y comparar bases de datos es verdaderamente una forma poderosa de determinar destino y paradero», agregó la experta, sin omitir las grandes limitaciones de la tarea.
«Sin acceso a terreno, sin acceso a los registros de los centros de detención, sin acceso a ni siquiera ver dónde están las fosas comunes, poder hablar con las familias, esto hace el proceso mucho más difícil», zanjó.
RENDICIÓN DE CUENTAS
La resolución aprobada la semana pasada estipula un plazo de 80 días para establecer el esperado órgano y por el momento se desconoce cuáles serán sus objetivos concretos, por lo que es pronto para aventurar cuánto tiempo podría llevar la misión.
Si bien recuerda que ninguna institución ha conseguido esclarecer el paradero de «todos» los desaparecidos, Baranowska anticipa que el de Siria será un proceso «largo» dadas «las cifras» y «la no cooperación del Estado, además de posible no cooperación de otros Estados en los que residen refugiados sirios».
La miembro del grupo de trabajo de la ONU llamó a involucrar a las familias también en el diseño de la institución y aplaudió que la resolución de la Asamblea General incluye no solo revelar paraderos, sino también «apoyar» a los familiares y las víctimas, una «novedad» en este campo.
Y aunque las mismas razones que dificultarán la búsqueda de los desaparecidos se interponen también en el camino a la eventual rendición de cuentas por estos crímenes, es algo que debe permanecer siempre en el horizonte.
«Es importante que nunca se descarte la rendición de cuentas y recordar que hay personas e instituciones que deben responsabilizarse de lo que ha ocurrido», concluyó la experta.
Manolo G. Moreno