Madrid, 31 ene (EFE).- «Si Félix Rodríguez de la Fuente hubiera sido político, la transición ecológica podría haber llegado tras la dictadura» en 1977, cuando se fundó un partido verde para presentarse a las elecciones, pero el famoso divulgador ambiental no quiso liderarlo al final, según ha revelado hoy el periodista y fundador de las revistas Quercus y El cárabo Benigno Varillas.
Varillas ha presentado este martes en el madrileño Real Jardín Botánico-CSIC su texto «Luchar lo libre» en el cual reconstruye su experiencia durante ese año en el que se planteó la posibilidad de que Rodríguez de la Fuente encabezara esta opción electoral integrada por «amigos de la Naturaleza», que «podría haber ganado las elecciones» gracias a sus propuestas para «aprovechar recursos como el paisaje, clima y biodiversidad».
El propio naturalista se mostró a favor de la creación de esta formación y, de hecho, «desempeñó un papel muy importante» en su puesta en marcha como «líder social capaz de arrastrar a las masas y de ganar el voto de la derecha, el centro y de sectores progresistas con un programa de cambio radical».
Sin embargo, «algunas personas, pocas pero bien situadas, se opusieron» y al final «él mismo dijo la frase de que en 1977 habíamos perdido el tren» para cambiar el modelo de desarrollo de España.
El catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid y ex diputado comunista, Ramón Tamames, que ha introducido la presentación del libro de Varillas, ha certificado el interés político de Rodríguez de la Fuente y ha precisado que «cuando llegó el momento de entrar en un grupo político, no lo hizo…, es una incógnita».
Tamames se ha mostrado convencido de que si hubiera decidido presentarse a las urnas, el naturalista «podría haber ganado las elecciones en ese momento, dado lo popular que era» y teniendo en cuenta que «ya desde 1973/1974 se veía la articulación del movimiento ecologista en España».
Varillas, que en 2010 escribió la biografía de Rodríguez de la Fuente y la amplió en 2018, le califica como «un visionario» que proponía ya en su época ideas como la de potenciar el turismo de naturaleza «en convergencia con la fauna, sobre todo el lobo, de manera que ayudara a recuperar el territorio» e impulsar la energía solar.
Además, auguró que «algún día los seres humanos podrían teletrabajar y comunicarse como hacemos ahora con Internet».
En el debate sobre el personaje y la propia transición ecológica, comparando la situación de los años setenta del siglo XX con la época actual, Varillas ha planteado cuestiones como la reforma de la gestión de recursos, el cuidado de la biodiversidad, el papel de la tecnología e incluso la reducción de la demografía a nivel mundial.
En referencia al medioambiente, ha asegurado que «la política actual es impecable con lo que dice, en el nivel del discurso, pero no con lo que hace». Además ha lamentado que «los políticos no llegan a entender» los problemas a resolver, mientras que «los científicos que sí los conocen por desgracia tienen vocación política cero».