Córdoba, 7 abr (EFE).- La periodista Gemma Parellada (Barcelona, 1982) ha recibido este viernes en Córdoba el XVI Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado, que convoca el Sindicato de Periodistas de Andalucía, coincidiendo con el veinte aniversario de la muerte del periodista cordobés en Irak.
Anguita, de 32 años, se encontraba como enviado de El Mundo cubriendo la invasión de Irak por las tropas de Estados Unidos cuando un misil iraquí alcanzó el centro de operaciones tácticas donde se encontraba, un ataque en el que también perdieron la vida un periodista el semanario alemán Focus, Cristian Liebig, de 35 años, y dos soldados estadounidenses.
Tras recibir el galardón en el Ayuntamiento de Córdoba, que colabora en el premio junto a la Universidad de Córdoba, la Junta de Andalucía y el Parque Joyero, Parellada ha dicho que frente a quienes consideran un riesgo acudir a zonas de conflicto, quienes lo hacen para informar «practican un periodismo noble, honesto y desde el terreno, cercano a la gente».
A su juicio, «los periodistas tienen una responsabilidad enorme de cómo la sociedad ve el mundo» y, si bien se asume el riesgo de ir a la guerra, también se corre «un riesgo mucho mayor, el de no contar bien la historia».
Para la periodista distinguida, la mejor manera de superar la pérdida de las personas queridas en trances como Julio Anguita Parrado y Cristian Liebig «es recordar el privilegio de haberlos conocido».
Beatrice von Keyserlingk, viuda de Liebig y responsable de la fundación que lleva su nombre dedicada a crear escuelas en África, donde Gemma Parellada lleva 16 años ejerciendo su profesión, estuvo presente en el acto que ha servido de recuerdo de los dos periodistas en el vigésimo aniversario de su muerte.
El fallo del jurado destacó que Parellada practica un periodismo reposado, en profundidad, en una zona del mundo que queda fuera de las agendas oficiales y que su trabajo amplifica el concepto de conflicto al extenderlo a la vida diaria de las personas cuando desaparece la noticia del foco mediático.
Para concederle por unanimidad el galardón se valoró que desde 2006 trabaja en África como «freelance», dando visibilidad a la realidad de un continente olvidado, y que ha recorrido la mayor parte de los países africanos, describiéndolos desde la perspectiva de defensa de los derechos humanos.
Entre otros, ha cubierto la guerra del Congo, la hambruna del cuerno de África, la independencia de Sudán del Sur y los conflictos armados de Somalia y Mali, recogiendo la voz de sus protagonistas y visibilizando especialmente a las mujeres.