Monrovia, 31 ene (EFE).- El presidente de Liberia y antigua estrella del fútbol mundial, George Weah, buscará un segundo mandato en las elecciones del próximo 10 octubre, pese a un primer mandato marcado por acusaciones de corrupción y la crisis económica.
«Volveré a ustedes en breve para pedirles que renueven, por segunda vez, el mandato que me dieron hace seis años: un mandato para continuar el buen trabajo que hemos realizado», afirmó Weah a última hora del lunes ante el Parlamento, en su discurso sobre el estado de la nación.
El presidente prometió «un mandato de continuidad y estabilidad; un mandato de transformación; un mandato de desarrollo y crecimiento; un mandato para consolidar y asegurar la paz».
«Este segundo mandato nos permitirá consolidar los logros que hemos logrado en estos últimos años y acelerar la trayectoria de crecimiento, desarrollo y prosperidad para Liberia», aseguró Weah, de 56 años.
Liberia, que tiene unos cinco millones de habitantes, todavía se está recuperando de dos guerras civiles (1989-1997 y 1999-2003) que causaron más de 250.000 muertos.
El país, que sufrió el duro golpea de la crisis del ébola en África occidental de 2014-2016, también se ha visto afectado por las consecuencias económicas internacionales de la guerra de Rusia contra Ucrania, como la escalada de los precios de los alimentos.
Weah llegó al poder en 2018 tras ganar las elecciones de octubre de 2017, aprovechando su popularidad Weah como mejor futbolista de la historia de África y, hasta la fecha, único africano con un Balón de Oro (1995).
Desde entonces, sin embargo, ha sido criticado por su incapacidad para mejorar la economía y terminar con la complicidad del Gobierno en la corrupción.
Weah causó polémica al ausentarse del país durante más de un mes a finales del año pasado, tras marcharse en octubre para cumplir con una serie de compromisos políticos en varios países y, de paso, ver a su hijo jugar con Estados Unidos el Mundial de Fútbol de Catar.
Pero las imágenes del presidente divirtiéndose en las gradas en Catar como invitado de honor, mientras los liberianos pasaban apuros económicos, generaron las críticas de muchos compatriotas en las redes sociales.