Este es el primer verano desde el año 2003, que los pequeños no van a compartir las vacaciones con las familias de acogida y los vecinos de Getafe, tras la suspensión del programa por parte de las autoridades saharauis a causa del COVID-19
Los niños y niñas saharauis que todos los veranos visitan Getafe dentro del Proyecto ‘Vacaciones en Paz’, no podrán hacerlo este verano, a consecuencia de la pandemia de la COVID 19, velando ante todo por su salud y seguridad y la de sus familias.
Este es un verano muy diferente para todos, y más aún para los más de 4.000 niños y niñas saharauis que visitan nuestro país cada año durante esta época, a través de ‘Vacaciones en Paz’ que ha sido suspendido por las autoridades saharauis este año.
Como explica la concejala Cooperación, Nieves Sevilla, “este es el primer verano desde el año 2003 que los pequeños no van a compartir las vacaciones con las familias de acogida y con los vecinos de Getafe, donde siempre recibimos con los brazos abiertos a estos embajadores de la paz, que ya forman parte de la vida de nuestra ciudad”.
La concejala ha recordado que “el pueblo saharaui vive confinado habitualmente en los campamentos de refugiados, desde aquí les enviamos toda nuestra fuerza y cariño, a sus autoridades, y a las familias de acogida por su generosidad y a los miembros de la Asociación Dah-Sid Ahmed de Amigos del Pueblo Saharaui de Getafe por su esfuerzo y dedicación en este proyecto”.
Getafe permanece pendiente del día a día de la vida en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, donde tendrán que pasar sus vacaciones con temperaturas de más de 50 grados. Para paliar esta situación, tanto las autoridades saharauis junto con diferentes ONGS españolas han elaborado un programa alternativo de actividades culturales y deportivas, además de realizarles las revisiones médicas correspondientes, que habitualmente se les hacen en nuestro país.
‘Vacaciones en Paz’ es un proyecto que tiene entre sus principales objetivos, posibilitar a la población infantil saharaui salir de las duras condiciones en las que viven; realizarles reconocimientos médicos que resultan imposibles en los campamentos; proporcionarles un equilibrio alimenticio; fomentar el aprendizaje del castellano, su segundo idioma oficial; potenciar lazos históricos, concienciando a la población española sobre el problema que sufren desde hace más de cuarenta años; crear vínculos familiares durante la acogida, que perduraran una vez que regresen a los campamentos.
El Ayuntamiento de Getafe continuará apoyando este proyecto, así como otros relacionados con el envío de ayuda humanitaria y comisiones médicas, a los campamentos de refugiados.