Lisboa, 12 abr (EFE).- El Gobierno de centroderecha del primer ministro luso, Luís Montenegro, entró este viernes plenamente en funciones tras superar la prueba en el Parlamento, donde se rechazaron las dos mociones contra su programa presentadas por los comunistas y el Bloco de Esquerda.
Tras el debate de dos días en la unicameral Asamblea de la República sobre el plan gubernamental, el Parlamento tumbó las dos mociones de rechazo, gracias a la abstención del Partido Socialista (PS), con 78 diputados.
La primera de las mociones, del Partido Comunista Portugués (PCP), recibió 13 votos a favor, 138 en contra y 77 abstenciones, mientras que la segunda del Bloco de Esquerda tuvo 13 apoyos, frente a 137 diputados que se opusieron y 78 que se abstuvieron.
Antes de la votación, el secretario general del Partido Socialista, Pedro Nuno Santos, insistió en que desde la campaña electoral asumieron el compromiso de que si no vencían los comicios o no lograban una mayoría parlamentaria que les permitiese formar un Gobierno estable, no se opondrían a la formación de un Gobierno de Alianza Democrática (AD), la coalición de Montenegro.
«Asumimos este compromiso porque no queríamos crear un bloqueo constitucional que impidiese después de las elecciones que el país tuviera un Gobierno en plenas funciones», remarcó Santos, al tiempo que subrayó que quiere dejar esto «muy claro» para que no haya «malentendidos».
Agregó que el papel del PS va ser en esta legislatura «liderar la oposición», que describió que va a ser «democrática y responsable».
Por parte del Ejecutivo, el encargado de hablar este viernes en el Parlamento fue el ministro de Exteriores, Paulo Rangel, después de que lo hiciera ayer Montenegro.
Rangel respondió a las críticas de otros partidos por no haber negociado el programa del Gobierno con ellos, algo que «que no se supone ni es deseable».
«Eso no cabe en la deriva de la lógica constitucional ni democrática», apuntó el jefe de la diplomacia lusa, quien, no obstante, remarcó que con la entrada en plenas funciones el Gobierno sí que quiere tener las negociaciones como base de su gestión.
Asimismo, consideró «injustas» las críticas de otras fuerzas por la inclusión de 60 propuestas de otros partidos en el programa y destacó «con solemnidad» que se trata de «una señal de apertura».
No se esperaba la aprobación de las mociones de rechazo después de que el PS anticipara que se iba a abstener, ya que AD tiene 80 diputados en el Parlamento y el resto de partidos suman 72 asientos.