Madrid, 28 sep (EFE).- El Gobierno ha rechazado la «espiral» de rebaja fiscal en que han entrado las comunidades autónomas y se mantiene firme en que no debe haber «bajadas masivas de impuestos», pero en cambio se abre a aprobar medidas «quirúrgicas» y «selectivas» que favorezcan a los más vulnerables.
«Lo dicen todos los organismos internacionales: se desaconsejan bajadas masivas de impuestos, se recomienda que sean quirúrgicas, que sean selectivas y que se proteja a la población más vulnerable y que los que más tienen más aporten en un momento de especial necesidad; esto es lo que vamos a practicar y lo contaremos en los próximos días», ha dicho este miércoles la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
En el día en el que el Parlamento andaluz convalida la rebaja que ha desencadenado la actual batalla fiscal entre comunidades, a la que incluso se ha sumado en parte el Gobierno valenciano del socialista Ximo Puig, Montero ha pedido a las autonomías «coherencia» en sus planteamientos porque «la gran mayoría» reclaman a la vez más recursos al Gobierno, que también proceden de los impuestos.
Además, les ha instado a ser «coherentes» también con Europa, puesto que España está recibiendo 140.000 millones de fondos pagados por los ciudadanos europeos, aunque desde Bruselas se ha señalado que esta es una competencia «ampliamente de los Estados miembros», dentro de los cuales hay «una distribución de competencias» al respecto.
La ministra de Hacienda ha señalado asimismo que trabaja para «hacer efectivo» el tipo mínimo del impuesto de sociedades del 15 % en vigor desde enero y que «la planificación fiscal a veces agresiva de algunos grupos empresariales no merme la capacidad de rendimiento» del tributo, algo que al Gobierno de la Comunidad de Madrid le parecería «un enorme perjuicio» porque las inversiones se irían a otros países con tributos más bajos.
La disputa ideológica que existe tras los sucesivos anuncios en materia fiscal de los últimos días se ha escenificado hoy en el Pleno del Congreso, donde la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha rechazado la «destructiva» e «irresponsable» propuesta fiscal del Partido Popular y ha considerado que su única intención con ella es «recortar el Estado de bienestar».
Así lo ha indicado en la sesión de control al Gobierno, en respuesta a una pregunta del diputado popular Carlos Rojas, quien ha calificado de «fracaso» la gestión de un Gobierno que está «arruinando el país» y ha lamentado su política de «inflar más los impuestos e inventarse otros».
Además, este miércoles ha terciado en el debate el expresidente del Gobierno Felipe González, que ha pedido abordar «seriamente» una reforma fiscal tras criticar la competencia entre comunidades autónomas ante las nuevas rebajas de impuestos, como la anunciada por Ximo Puig, que considera que son «una carrera hacia no sé dónde».
El aludido y protagonista de la polémica desde que ayer anunció rebajas fiscales para quienes cobran menos de 60.000 euros, ha vuelto a defender hoy su propuesta como una forma de ayudar «a una mayoría social» en una situación de «extrema dificultad».
El presidente valenciano ha asegurado que su voluntad no es polemizar con nadie (es «nuestra visión en el ámbito de nuestras competencias», ha defendido) y ha agregado que también apoya las reformas fiscales que plantea el Gobierno de España.
Quien protagonizó el debate hasta el paso adelante de Ximo Puig, el presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juanma Moreno, ha criticado «la rabieta infantil» del Gobierno tras su rebaja fiscal y ha lamentado «los grandes bandazos» en la política del PSOE tras el anuncio de su homólogo valenciano: «No se entienden ni en su propio partido».
Otros gobiernos autonómicos observan la controversia sin entrar de momento en la batalla fiscal, como el del presidente extremeño, el socialista Guillermo Fernández Vara, que ha dejado claro que «los debates en Extremadura no están vinculados a lo que hagan los demás» y ha comentado -en la misma linea que a ministra de Hacienda- que «será algo interesante de ver» cuando las comunidades que hoy bajan impuestos acudan al Gobierno a «solicitar más recursos».
Su compañera de partido y presidenta del Gobierno riojano, Concha Andreu, ha descartado adoptar nuevas rebajas de impuestos porque «La Rioja tiene el sistema fiscal más progresivo de toda España», y ha apostado por «ir todos a una» para «beneficiar a las personas que más lo necesitan».
Lo ha hecho en un acto en el que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha defendido que la consolidación del sistema de bienestar es «fundamental» y, para ello, se necesita «una política fiscal progresiva para alcanzar la máxima justicia social».
Tampoco ha tomado hasta ahora ninguna decisión en esta materia el Gobierno socialista de Castilla-La Mancha, aunque su portavoz, Blanca Fernández, que ha criticado el «mercadeo fiscal poco serio» en el que han entrado algunas comunidades, ha adelantado que si el presidente regional, Emiliano García-Page, adopta alguna medida «para ayudar a las familias», lo anunciará en el debate sobre el estado de la región de la próxima semana y serán tomadas con «bisturí».
Quien sí «valorará incidir en algún tipo de impuesto» en las rentas más bajas es el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que gobierna con el PSOE, aunque le parece «lamentable» la «pugna» política por bajar los tributos.