Madrid, 3 ago (EFE).- El presidente de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo, el periodista Fernando González Urbaneja, cree que «lo de los ‘pseudomedios’ es una entelequia, una monserga» y que «una acusación sin datos, es humo», y por eso aboga porque «digan cuáles son y sus manipulaciones».
«Deben decir cuáles son con nombre y apellidos porque así -argumenta- sabremos de qué hablan. De lo contrario, estamos ante insinuaciones no verificadas. Y sin verificación, el periodismo tiene que seguir investigando. Las cosas son más complicadas que un titular ocurrente».
González Urbaneja se refiere así a esta polémica en una entrevista a EFE en la que también habla del debate que abrirá en septiembre la comisión que dirige, y que es una instancia arbitral entre la profesión y los ciudadanos que se sientan afectados por determinadas informaciones, para aclarar qué es un medio periodístico.
Las organizaciones que constituyen la fundación de la comisión -FAPE, la Asociación de la Prensa de Madrid, la de Cantabria, la de Periodistas de Información Económica y el Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia y el de Castilla y León- quieren dar «claridad y evitar confusión», según sus palabras.
«Qué es un medio informativo es claro y meridiano», según el veterano periodista, quien coincide con el profesor de la Universidad de Navarra, Ángel Arrese, al que la comisión le ha encargado un informe sobre el asunto.
El dictamen concluye que un medio periodístico informativo «es una marca de contenidos informativos de actualidad, elaborados por una redacción profesional, bajo la responsabilidad editorial de un director, que trabaja siguiendo códigos éticos periodísticos generalmente aceptados».
Es también, según este documento, el que divulga contenidos difundidos con regularidad y dirigidos a un público amplio y gestionados por una organización con personalidad jurídica, con propósito periodístico y titularidad y principales intereses económicos transparentes, conocidos públicamente.
Y además, según concluye el informe, es una organización con mecanismos para salvaguardar la independencia editorial y que se acoge a la legislación nacional e internacional que le correspondan en materia de derecho a la información, libertad de expresión y otras normativas de salvaguarda de la actividad de los medios.
En resumen, «una organización que recopila ordena, jerarquiza y difunde información de interés público», según el dictamen que va a constituir la base de ese debate que comenzará en septiembre y en el que están llamados a participar «los interesados en el desarrollo del periodismo profesional».
Urbaneja cree que la incorporación de un código ético «es un requisito imprescindible para garantía de los ciudadanos-clientes y destinatarios del trabajo de los periodistas».
Defiende la autorregulación de los propios medios, ajena a la normativa pública o cualquier interferencia. «La autorregulación no sanciona, solo hace un reproche ético que sirve, sobre todo, para formar criterio y completar la ‘lex artis’ (conjunto de reglas técnicas a las que debe ajustarse la actuación de un profesional) de un periodista», sostiene.
No cree en la multiplicación de órganos de control que, considera, que «crean más obstáculos», y su respuesta es clara cuando se le pregunta si ve necesario definir lo que es un medio para que la publicidad no financie la desinformación.
«La publicidad está bien organizada en España y cuenta con un ejemplar órgano de autorregulación. El problema está en la publicidad pública gubernamental que puede ser arbitraria. Debe ser trasparente, dar explicaciones»·.
Piensa que no necesita órganos regulatorios, que sirve la legislación vigente en este sentido y que «cuánto menos interfiera el poder ejecutivo, mejor». «Apartar la tentación es el mejor camino para evitar el pecado», advierte.