Gromiko: Rusia se opone a que la UE se convierta en una OTAN 2.0

El ruso Alexéi Gromiko, director del Instituto de Europa, en una entrevista con Efe. EFE/ Ignacio Ortega

Moscú, 22 jun (EFE).- Rusia se opone a que la Unión Europea (UE) se convierta en una OTAN 2.0, lo que permitiría a Ucrania ingresar en un bloque militar occidental por la puerta de atrás, aseguró a Efe el ruso Alexéi Gromiko, director del Instituto de Europa.

«Rusia no sólo está en contra de la expansión territorial de la OTAN, sino también de que la UE se convierta no sólo en un mercado único, sino que en paralelo se transforme en un nuevo bloque militar que sería una especie de OTAN 2.0», comentó en su despacho el nieto del legendario ministro de Exteriores soviético, Andréi Gromiko.

Por eso, Moscú no ve ahora con buenos ojos la entrada de Ucrania en los Veintisiete, que considera una estratagema de Kiev para no restablecer la neutralidad a la que renunció en 2019.

Ucrania, que ya desistió de ingresar a la OTAN como demandaba Moscú después del inicio de la campaña militar rusa en Ucrania, recibirá muy probablemente el viernes en Bruselas el estatus de candidato al ingreso en la UE.

EL LADO OSCURO DE LA UE

«La UE ha hecho una serie de cosas que han cambiado radicalmente la opinión de Rusia sobre el club comunitario. (…) En estos tres meses Moscú ha visto que la UE apoya en un conflicto militar un bando contrario al ruso», aseguró.

Gromiko desglosa las afrentas. Para empezar, Bruselas declaró al máximo nivel que el conflicto ucraniano «debe decidirse en el campo de batalla» -en alusión a las afirmaciones del alto representante de la UE, Josep Borrell-, «frase que han repetido en el Reino Unido, Polonia y los países bálticos».

Además, añade, «por primera vez en su historia los países miembros de la UE comenzaron a enviar a Kiev no solo armamento defensivo sino también ofensivo y letal, como tanques o aviones y helicópteros».

El experto ruso destacó que es la primera vez desde 1957 que la UE asigna dinero «para el suministro masivo de armas a una zona de conflicto» en el marco del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz.

Gromiko explica que ya no se trata de cascos y chalecos, sino también de armamento letal «para matar cuantos más posibles soldados de uno de los dos bandos».

NEUTRALIDAD POR ESCRITO

Moscú insiste en que Ucrania vuelva a ser neutral, como lo fue desde 1990 a 2019, algo que Gromiko considera «bastante fácil», ya que basta con enmendar la Constitución, que recoge la aspiración de Kiev de ingresar tanto en la OTAN como en la UE.

Pero eso no es suficiente. La OTAN también debe retirar la afirmación de que «Ucrania será miembro» de la Alianza Atlántica, adhesión que bloquearon en 2008 Alemania y Francia.

«Ahora, Ucrania se compromete de nuevo a no ingresar en la OTAN. Pero no puede ser que Ucrania diga que es neutral y que la OTAN insista en que sea su miembro», indicó.

Pero también cree que Occidente baraja otras opciones para integrar a Ucrania en sus estructuras militares.

«¿Cómo hacer que Ucrania ingrese en el bloque militar occidental? Se puede hacer no a través de la OTAN, sino de la UE», resalta.

Gromiko recuerda que algunos países, «el primero de todos, Francia», quieren que la UE cree «su propia estructura militar independiente de la OTAN», que se enmarca en la concepción de autonomía estratégica de 2016, que incluye la creación de un Ejército con su Estado Mayor.

Se pregunta «¿cuál es la diferencia?» si la UE acelera sus esfuerzos de crear unas estructuras militares, cuyos objetivos y misiones «no se diferencian de los objetivos de la OTAN».

Entonces, insiste, Ucrania no ingresa en la OTAN, pero «dentro de diez años será miembro pleno de las estructuras militares de la UE».

«Qué sentido entonces tiene decir que la OTAN 2.0 no representa una amenaza y la OTAN sí será una amenaza. Por supuesto, desde el punto de vista militar, ambos serían amenazas», afirmó.

UCRANIA, LA CUBA RUSA

Gromiko mantiene que los diplomáticos rusos «hicieron prácticamente todo lo posible para que el conflicto con Ucrania se solucionara pacíficamente», pero en febrero Moscú llegó a la conclusión de que se había llegado a un punto en el que era «imposible» lograr garantías de seguridad «con la ayuda de la diplomacia».

«La escalada militar no fue algo inesperado. Toda la lógica de las acciones de las autoridades ucranianas y de sus partidarios occidentales condujeron a la situación actual», argumentó.

Pero ahora Moscú sí está dispuesto a regresar a la mesa de negociaciones, ya que, aduce, a Rusia no le conviene que los combates se prolonguen, aunque cada día que pasa su posición es «más fuerte» debido a las ganancias territoriales en el sur de Ucrania.

Eso sí, subraya que lo que ocurre en Ucrania es un «conflicto europeo», con un importante factor exterior que es Estados Unidos.

«Para la seguridad de EEUU, lo que pasa en Europa es secundario», señala.

Asegura que, si el despliegue de los miles soviéticos en Cuba instigó la Crisis del Caribe (1962), Rusia también considera una amenaza el emplazamiento de armamento que puede alcanzar sus principales ciudades.

«Ucrania es la Cuba rusa», afirmó.