Granada, 5 abr (EFE).- Investigadores de la Universidad de Granada han encontrado los restos de una mujer romana enterrada en la necrópolis megalítica de Panoría, en Darro (Granada), que fue abandonada 2.600 años antes.
La necrópolis se localiza en el extremo más oriental de Sierra Harana y consta al menos de 19 sepulturas, de las que nueve han sido excavadas en los años 2015 y 2019 por un grupo de investigación sobre cultura material e identidad social en la Prehistoria Reciente en el sur de la Península Ibérica.
Se trata de monumentos megalíticos formados por cámaras funerarias de forma trapezoidal a las que se accede por cortos pasillos.
En su interior se han registrado numerosos restos antropológicos y ajuares funerarios y, en concreto, se han estudiado más de 55.000 restos que pertenecen a hombres, mujeres y niños.
La datación radiocarbónica de estos restos muestra que la necrópolis fue usada durante breves pero intensos periodos funerarios.
Su construcción y primer uso se realizó entre el 3600 y el 3500 antes de Cristo, en época neolítica cuando este tipo de monumentos era típico.
Posteriormente, y tras un largo periodo de inactividad funeraria, las sepulturas fueron de nuevo utilizadas en los siglos XXV y XXI a. C. durante cortos periodos temporales de no más de 100 años.
Aproximadamente en torno a 2100 a. C. la necrópolis fue abandonada, aunque no olvidada, ha informado este martes la Universidad de Granada.
«Durante el proceso de excavación se produjo un hallazgo sorprendente: en el exterior de la cámara funeraria de la que conocemos como sepultura 15 se registró una fosa en la que se depositaron cuidadosamente los restos de un cráneo y sobre él dos huesos largos, un húmero y una tibia», ha explicado Gonzalo Aranda, del Departamento de Prehistoria y Arqueología y autor principal de la investigación.
El estudio antropológico demostró que el cráneo pertenecía a una mujer que murió entre los 18 y 25 años.
La datación radiocarbónica evidenció que su fecha de muerte se situaba en el siglo V d. C. en lo que se conoce como Antigüedad Tardía.
Esto significaba que, pasados más de dos mil de años de su abandono, la necrópolis fue reutilizada en época romana.
«En realidad, no fue una práctica funeraria propiamente dicha, sino un ritual que implicó la deposición de restos óseos ya esqueletizados y no de un individuo recién fallecido. Desconocemos las razones por las que los restos de esta mujer se enterraron en Panoría, una necrópolis megalítica de época prehistórica», ha indicado.
Lo que sí parece evidente es la importancia que Panoría debió tener como lugar sagrado, probablemente conectado con la historia y memoria de las comunidades locales que habitaron la cuenca de Guadix.
La pervivencia de determinados lugares en la memoria colectiva invitan a reflexionar sobre la variabilidad cultural humana y sus múltiples y complejas manifestaciones, ha apuntado por su parte Margarita Sánchez Romero, otra de las autoras del trabajo.