Toledo, 18 jul (EFE).- Los toledanos y los turistas intentan pasar de la mejor manera posible las horas de más calor en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad que está en alerta naranja como buena parte de Castilla-La Mancha, y para ello echan mano de hidratación y crema solar y buscan refugiarse a la sombra.

En el Casco Histórico de Toledo, en zonas como la Plaza de Zocodover o la de Santo Tomé numerosos turistas han recorrido las calles y se han desplazado de uno a otro monumento aunque la temperatura superaba los 37 grados.

Tanto turistas como residentes han intentado buscar la sombra; muchos visitantes llevan sombreros o paraguas y la mayoría caminan con botellas de agua o se acercan a las fuentes a refrescarse.

«Intentar no salir a las horas del mediodía» es el método que adopta Marcos Morejón, estudiante, para evitar las franjas horarias más calurosas, mientras que otro toledano, José Luis García, añade a EFE que los cambios que realiza en su rutina diaria para evitar las horas de más calor son «evitar las horas donde calienta más el sol, estar hidratado todo el tiempo y salir cuando se pone el sol».

Javier Nieto, un turista que recorre Toledo, asegura que los mejores métodos para protegerse del intenso calor son «mucha agua, hidratarse mucho y mojarse».

Y Carolina Aguado, trabajadora de un puesto en la Plaza de Zocodover, subraya como recomendación para estos días «tomar mucha agua, refugiarse en la sombra y echarse crema de protección 50».

El verano no es la época más alta para el turismo en la ciudad de Toledo, pese a lo cual muchos visitantes eligen este destino para pasar unos días.

Este viernes también seguirá en alerta naranja Toledo pero el viernes bajará al nivel amarillo el riesgo por calor según indica la Aemet en su página web.