El pasado 23 de febrero tuvo lugar, en el barrio de Justicia, un emotivo acto: se colocó una placa en honor a las personas transexuales víctimas de violencia, y que denomina la placita del distrito Centro. La nueva Plazuela de la Memoria Trans está ubicada a pocos metros de la plaza de Chueca.
«Un espacio recoleto motivo de mucho orgullo, solidaridad y donde se escuchan los pájaros» señaló Manuela Carmena la mañana del mismo día. «Es un objetivo fundamental que Madrid sea solidaria porque la vocación de la ciudad es la solidaridad y que todos podamos vivir juntos y felices. Por eso estamos muy orgullosos de haber hecho realidad esta propuesta que recuerda que todos los seres humanos tenemos como esencia la diferencia y la diversidad», ha continuado.
Carmena recordó que «la historia de la memoria trans es la historia de una lucha a favor de la felicidad de todos los seres a pesar de la esencia de su naturaleza y que enriquece la diversidad humana», con el expreso deseo de que «esa memoria se convierta en un futuro», y también con la preocupación de que «esa memoria pueda disminuir y que las reivindicaciones obtenidas puedan cortarse», concluyó la alcaldesa.
En su sesión de abril de 2017, el Pleno del distrito Centro aprobaba por mayoría con los votos a favor de los grupos municipales Ahora Madrid, Ciudadano-Partido de la Ciudadanía y Socialista «instar al órgano competente a que la plaza ubicada al final de la calle San Gregorio con calle San Lucas, en el barrio de Chueca, se pase a llamar Alan Montoliu Albert, en memoria del adolescente transexual que se suicidó el 24 de diciembre de 2015«.
Sin embargo, finalmente se decidió otorgarle un nombre más global que incluya a todas las víctimas de la violencia trans. Un colectivo que todavía, a día de hoy, sufre agresiones y es víctima de odio e intolerancia.