Ginebra, 20 dic (EFE).- Al menos 782 civiles han muerto y 1.143 han resultado heridos en los siete meses de asedio de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) a la ciudad de El Fasher, capital del estado sudanés de Darfur Norte y uno de los últimos bastiones gubernamentales en esa región, indicó este viernes la ONU.
Un informe de la Oficina de Naciones Unidas para Derechos Humanos, elaborado con entrevistas a 52 personas que lograron huir de la ciudad, denuncia el uso de armas explosivas en zonas pobladas por civiles, incluyendo ataques a instalaciones médicas.
«Las víctimas mueren en sus casas, en mercados, al lado de hospitales y en las calles», indicó el informe, subrayando que en algunas zonas de la ciudad los cadáveres no pudieron ser recogidos debido a los bombardeos y tiroteos y permanecieron en el exterior durante días.
«Esta alarmante situación no puede continuar, las FAR deben poner fin a este terrible asedio, y urjo a todas las partes en conflicto a detener los ataques a civiles, en cumplimiento con sus obligaciones con la ley internacional», indicó al publicarse el informe el jefe de derechos humanos de Naciones Unidas, Volker Türk.
El informe indica que el único centro sanitario en El Fasher capaz de llevar a cabo operaciones quirúrgicas, el Hospital Al Saudi, ha sido atacado repetidamente con explosivos por las fuerzas paramilitares.
Otra instalación sanitaria, el Centro Médico Tumbasi, fue bombardeado por las FAR en agosto, causando 23 muertos y 60 heridos, indicó el documento de la oficina que dirige Türk.
Los ataques contra civiles pueden constituir crímenes de guerra, recuerda el documento, que también denuncia repetidos ataques de las FAR contra campos de desplazados internos en la zona, como los de Zamzam y Abu Shouk.
La guerra entre el Ejército y las FAR comenzó el 15 de abril del año pasado y desde entonces ha convertido a Sudán en el escenario de una de las peores crisis humanitarias y de desplazamiento del planeta.
Según cifras recopiladas en octubre por la ONU el conflicto ha dejado al menos 20.000 muertos, más de 33.000 heridos, 7,9 millones de desplazados internos y 2,1 millones de refugiados en otros países.