Japón aprueba su nuevo plan de Defensa con capacidad de atacar bases enemigas

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ofrece una conferencia de prensa este viernes en Tokio. EFE/EPA/DAVID MAREUIL / POOL

Tokio, 16 dic (EFE).- Las nuevas directrices de Defensa aprobadas hoy por Japón marcan su mayor rearme desde el final de la II Guerra Mundial y le dotan de capacidades militares hasta ahora inéditas, en un país cuya Constitución pacifista capa su uso de la fuerza para resolver conflictos.

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ofrece una conferencia de prensa este viernes en Tokio. EFE/EPA/DAVID MAREUIL / POOL

Este giro llega en el contexto de tensiones regionales crecientes debido al auge militar de China y a los continuos test de misiles de Corea del Norte, y después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, país con el que Tokio mantiene una disputa territorial.

Estos son los puntos principales de la nueva hoja de ruta nipona sobre Defensa, definida en tres documentos aprobados este viernes y que marcan el camino a seguir para los próximos diez años:

GASTO MILITAR A NIVEL OTAN

Las directrices incluyen el objetivo de elevar el gasto militar de Japón entre 2023 y 2027 hasta el 2 % del producto interior bruto nacional (PIB), lo que lo equipara al nivel de gasto de los países miembros de la OTAN y rompen el techo inferior al 1 % que mantiene el país desde hace décadas.

La cifra marcada asciende para ese período a los 43 billones de yenes (unos 296.300 millones de euros), o un incremento del 50 % frente al lustro anterior.

CAPACIDAD DE «CONTRAATAQUE»

El punto más novedoso y controvertido es la mención a las nuevas «capacidades de contraataque» de Japón. En los documentos esto se define como el poder de atacar instalaciones militares enemigas como vía para disuadir o prevenir potenciales ofensivas contra Japón o contra países aliados.

Esta medida se considera dentro del «mínimo indispensable» para la defensa de territorio japonés ante los rápidos desarrollos armamentísticos de China y Corea del Norte, aunque ha generado un amplio debate por la posibilidad de que abra la puerta a ataques preventivos en caso de detectarse preparativos para una agresión contra territorio nipón.

Estos actos tendrían difícil encaje en la Constitución pacifista de Japón, que limita el uso de la fuerza militar a funciones exclusivamente defensivas. La redacción del documento no ahonda en el proceso de decisión que se seguiría para recurrir a esta medida, aunque sí señala que cualquier posible «contraataque» se coordinaría con Estados Unidos.

MISILES DE LARGO ALCANCE

Debido a la citada restricción de la Constitución nipona y a que Japón depende en gran medida de Estados Unidos para la Defensa de su territorio en virtud del acuerdo de seguridad bilateral, las fuerzas de Autodefensa (Ejército) del país asiático contaban hasta ahora con misiles que podían recorrer como máximo varios centenares de kilómetros.

Japón planea ahora hacerse con proyectiles de mucho mayor rango, entre ellos misiles Tomahawk estadounidenses, capaces de alcanzar objetivos a más de 1.000 km, además de modificar misiles domésticos antibuque para convertirlos en armas de largo alcance y de desarrollar proyectiles hipersónicos.

DISUASIÓN ANTE PEKÍN Y PIONYANG

Con estas nuevas armas Japón espera ganar poder disuasorio ante las amenazas crecientes que ve en Corea del Norte y en China, países que han desarrollado notablemente su tecnología de misiles en los últimos años.

Tokio prevé instalar escudos antimisiles adicionales en puntos estratégicos de su territorio, además de desplegar parte de su nuevo arsenal de largo alcance en el extremo suroccidental del archipiélago nipón y próximo a Taiwán, en un movimiento dirigido a contrarrestar los movimientos de Pekín en la zona y en anticipación de una potencial contingencia en torno a la isla.

MANDO UNIFICADO CON EEUU Y REFORZAR ALIANZAS

Las Fuerzas de Autodefensa de Japón contarán a partir de ahora con un solo «Comando conjunto permanente», responsable de coordinar mejor sus divisiones áreas, marítimas y terrestres con las fuerzas estadounidenses.

Japón también tiene previsto expandir su «red de múltiples capas» con aliados que además de Washington incluyen a Australia, Corea del Sur, la India o países de la ASEAN, según la nueva hoja de ruta.