Jefa de Amnistía dice que la ONU es cómplice del «greenwashing» de Egipto

La secretaria general de Amnistía Internacional (AI), Agnès Callamard, afirmó en una entrevista a EFE desde la ciudad de Sharm el Sheij que la ONU y los estados miembros son "cómplices" del "greenwashing" de Egipto porque le han dado la oportunidad de celebrar la Cumbre del Clima COP27. EFE/ Carles Grau Sivera

Sharm el Sheij (Egipto), 9 nov (EFE).- La secretaria general de Amnistía Internacional (AI), Agnès Callamard, afirmó en una entrevista a EFE desde la ciudad de Sharm el Sheij que la ONU y los Estados miembros son «cómplices» del «greenwashing» de Egipto porque le han dado la oportunidad de celebrar este año la cumbre del clima COP27.

La secretaria general de Amnistía Internacional (AI), Agnès Callamard, afirmó en una entrevista a EFE desde la ciudad de Sharm el Sheij que la ONU y los estados miembros son "cómplices" del "greenwashing" de Egipto porque le han dado la oportunidad de celebrar la Cumbre del Clima COP27. EFE/ Carles Grau Sivera

«Desafortunadamente (las COP) se están convirtiendo en un ejercicio de ‘greenwashing’ (lavado de imagen) para muchos países, están usando su liderazgo en temas climáticos para no abordar las violaciones de los derechos humanos y la justicia climática. La ONU y los estados miembros son cómplices de este ejercicio, porque permiten a esos países la posibilidad de acoger» las cumbres del clima, dijo la experta francesa en derechos humanos.

Callamard, que ha acudido a Sharm el Sheij con una delegación de AI porque sentían «la necesidad» de interactuar con todos los miembros posibles de la sociedad civil, hizo referencia, además de Egipto, a que Emiratos Árabes Unidos (EAU) será el anfitrión del año que viene para la COP28, otro país con numerosas denuncias de abusos contra los derechos humanos.

Además, indicó que los activistas climáticos pueden hacer «muy poco trabajo» en Egipto, y lo poco que hacen está completamente limitado, ya que «no pueden trabajar con las comunidades para investigar el impacto de la contaminación, ni tampoco criticar los megaproyectos realizados por los militares», como es el caso de la nueva ciudad administrativa a las afueras de El Cairo.

EL CASO DE ALAA ABDELFATAH

El pésimo historial de derechos humanos de Egipto no ha impedido que el país de los faraones celebre la COP27 en la ciudad del sur de la península del Sinaí, aunque la cumbre se ha visto empañada por el inicio de la huelga de agua, sumada a la huelga de hambre, del activista egipcio-británico prodemocracia Alaa Abdelfatah, en prisión desde 2019.

«Queremos aprovechar al máximo estar aquí para plantear la situación de los derechos humanos en Egipto y exigir que Alaa Abdelfatah sea liberado y se reúna con su familia», aseveró la exrelatora especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

La activista aseveró que Alaa «podría morir durante la primera semana» de la cumbre en Egipto, una muerte que se podría «prevenir» pero, en caso de que suceda, «la COP27 estaría asociada para siempre con su asesinato, sería un asesinato arbitrario».

Alaa Abdelfatah es el defensor de derechos humanos más icónico e influyente en Egipto, lo que le ha llevado a pasar la mayor parte del tiempo encarcelado desde que el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, llegara al poder en 2013 tras un golpe de Estado.

A pesar de que el cometido de Callamard y de Amnistía Internacional es el de tratar con todas las autoridades posibles, incluidas las egipcias, la situación «extremadamente grave» de derechos humanos en el país, los llamamientos de la ONG para reunirse no han sido escuchadas.

«Hemos pedido reunirnos con las autoridades egipcias durante las últimas semanas y hasta el momento no se nos ha concedido, aunque continuamos esperando durante estas dos semanas» que dura la cumbre, señaló.

MIEDO A DESPUÉS DE LA COP

A la cumbre de Sharm el Sheij también ha acudido Sanaa Seif, la hermana de Alaa Abdelfatah, para hablar públicamente sobre el caso de su hermano, una situación realmente inédita en el país árabe por las medidas represivas que aplica continuamente contra aquellas personas que hablan en contra de la nación.

Pese a tener ese «pequeño espacio de libertad» durante la COP27, que Callamard espera que se «mantenga», el miedo a que la represión vuelva cuando se termine la cumbre está latente.

«Es una preocupación real que el Gobierno guarde silencio después de la COP27 y que vuelva a las formas represivas de una manera muy contundente», apuntó Callamard, quien indicó que desde ya están llamando a las delegaciones de los países y representaciones diplomáticas en Egipto para que estén «muy atentos» a la situación que habrá después de que la cumbre cierre sus puertas.

La preocupación llega especialmente por los activistas egipcios que han hablado alto y claro sobre los abusos de derechos humanos en Egipto durante la COP27, ya que decenas de miles de personas que han expresado su opinión han pasado por la cárcel desde la llegada de Al Sisi, según diversas ONG.

«Yo soy una privilegiada», expresó Callamard, pero al final los que se quedan en Egipto son los locales, que incluso «tienen prohibido viajar».

Isaac J. Martín