Javier Herrero.
Madrid, 18 ene (EFE).- A la tercera va la vencida, piensa Jorge González en su nuevo intento por representar a España en Eurovisión, «un sueño como para otros pueda ser ir a Disneyland», al que aspira con una propuesta de espectáculo vocal y físico con un claro referente de lo que es una candidatura ideal.
«Para mí Chanel fue el modelo perfecto de fiesta, baile, luz y magnetismo, con clichés sí, pero que cuando están bien hechos son una pasada e identifican a España para que no pase desapercibida», justifica a EFE este artista madrileño que, no obstante, se cuida mucho de las comparaciones: «No creo que yo sea su versión masculina».
El parecido entre ambos resulta en cualquier caso difícil de soslayar: el influjo musical latino, la sensualidad, el bagaje en teatro musical al que González ha dedicado también sus últimos años profesionales y un desempeño en actuaciones de gran calibre, como demostró con su victoria en la octava edición del programa de televisión ‘Tu cara me suena’.
«Ella es bailarina profesional; yo voy a dar esa esencia del cantante que baila en un estilo latino pero no creo que pueda hacer algo al nivel de Chanel, lo que no significa que no tenga algo efectivo bajo la manga», previene González (Villarejo de Salvanés, Madrid, 1988).
Desde su salida de la Academia de ‘Operación Triunfo 2006’, su participación en esta edición de Benidorm Fest será su tercer intento de representar a España en Eurovisión tras los de 2009, con ‘Si yo vengo a enamorarte’, y 2014, con ‘Aunque se acabe el mundo’.
«¿Sabes eso que uno tiene siempre en su cabeza y que lo quiere hacer, lo quiere hacer, lo quiere hacer…? Pues para mí Eurovisión es como para otros ir a Disneyland, representa cumplir un sueño», reconoce este amante del espectáculo que rodea al festival europeo.
Insiste en ello frente a quienes puedan ver en el formato «una plataforma para enriquecer su carrera»: «Yo no vengo para sonar en la radio. Si sucede, fantástico, pero si no gano ya tengo un contrato discográfico y un musical para el que me han seleccionado».
Confiesa que había abandonado sus aspiraciones eurovisivas hasta que hace dos años nació Benidorm Fest. «Entonces pensé: ‘Ahora sí se lo están tomando en serio en RTVE’. Y este año recibí una llamada de un asesor del concurso para animarme a presentar canción», cuenta sobre la génesis de su nuevo intento entre los próximos 30 de enero y 3 de febrero.
En la búsqueda de compositores probó incluso a autores de fuera, «pero no quería hacer una españolada europea, sino que tuviese mucho de nosotros», señala sobre un proceso desesperante de búsqueda en el que, finalmente, decidió meterse en el estudio con su equipo habitual y empezar a crear personalmente lo que terminó siendo ‘Caliente’.
«No es una canción hecha para la radio porque pensamos que eso no es Eurovisión. Es un evento visual, donde el ‘show’ tiene que estar servido», subraya.
Es consciente de los comentarios que señalan el parecido de su timbre con el de Ricky Martin: «Me lo dicen desde los tiempos de OT pero no puedo hacer nada al respecto. Es maravilloso que me comparen con una estrella pero no estoy intentando ser él», asegura.
También conoce las suspicacias que levanta su propuesta sobre el papel. «Hay a quien le puede parecer un sin más, pero es de las más complicadas en cuanto al directo porque no hay tiempo para respirar, todo el rato hay ejecución de movimiento y vocal, con falsetes incluso. Es lo más exigente que he hecho hasta el momento y muy ambicioso en cuanto a lo visual», destaca.
Para construir su propuesta en Benidorm Fest ha querido contar con el coreógrafo Toni Espinosa (‘Matilda’, ‘UPA Next!’) y «bailarines que son fieras y salen a matar», con el vestuario de Emilio Salinas (colaborador de Lola Índigo) y con dos profesionales tan bregados en el teatro musical como David Pizarro y Rober de Arte en la parte escénica.
De su mano promete una candidatura «original» en la que le «darán la vuelta a las cosas» y en la que promete «temperatura alta», sin temor a sexualizarse. «No es algo que me preocupe, cada uno tiene sus armas y si hay quien me considera guapo y que tengo buen cuerpo, vamos a darle lo que piden en un número caliente pero elegante, porque quiero que se queden con hambre», apostilla.