Misano Adriático (Italia), 11 sep (EFE).- El español Jorge Martín supo aprovechar la oportunidad que le brindaba el Gran Premio de San Marino, por el hecho de que sus rivales más directos llegasen «tocados» a la segunda carrera de «su casa», los italianos Francesco «Pecco» Bagnaia y Marco Bezzecchi, para asestar un golpe importante en la pelea por el título.
Bezzecchi, con molestias en una mano, y Bagnaia en las piernas por su fuerte caída en Cataluña, no estaban en las mejores condiciones para afrontar la cita en el trazado de Misano Adriático, y esa circunstancia la aprovechó a la perfección Jorge Martín.
Un Jorge Martín que no llegaba a este escenario muy convencido por los resultados del pasado, pero que al final se ha mostrado muy «ajustado» a sus características y las de su moto, con un dominio total y absoluto a lo largo de todo el fin de semana.
La doble victoria de Martín le sitúa en una condición inmejorable para continuar pensando en la pelea por el título mundial, aunque el discurso del madrileño continúa siendo el mismo, ir carrera a carrera, sin pensar en el título, pero seguro que en su fuero interno, y como ya ha dicho en más de una ocasión, bien se podría pensar en ello.
Lo cierto es que Martín se encuentra ya «a tiro» de un gran premio, pues entre carrera sprint y gran premio se reparten 37 puntos, 12+25, y el piloto de San Sebastián de los Reyes se encuentra a 36 puntos de Bagnaia cuando faltan ocho grandes premios por disputarse.
Ocho grandes premios en los que el más mínimo error hace pagar un precio muy alto, pues se van a disputar en apenas diez semanas, comenzando en la India, siguiendo por Japón, una semana de descanso y vuelta al periplo transoceánico con las citas de Indonesia, Australia y Tailandia, nuevo descanso y vuelta a Malasia, Qatar y Comunidad Valenciana.
En cualquiera de los casos Jorge Martín va a comenzar ese largo periplo en muy buenas condiciones y con la moral por las nubes tras este segundo doblete, aunque tanto «Pecco» como «Bez» tendrán tiempo para recuperarse de sus contusiones antes de llegar al nuevo trazado indio de «Buddh International», en el que todos los pilotos partirán de cero al no haberse rodado nunca allí.
El español Dani Pedrosa (KTM RC 16), por segunda vez en la temporada piloto invitado como probador del fabricante austríaco, cumplió más que sobradamente y hasta se podría decir que dejó en evidencia a más de un habitual de la categoría con sus dos cuartas posiciones, literalmente peleando por el podio hasta la última vuelta.
Él fue el mejor de los pilotos de KTM, pues Brad Binder acabó por los suelos en el gran premio, aunque logró entrar decimocuarto, y fue quinto en la carrera sprint, lejos de las pretensiones tanto del piloto como de KTM, y mucho peor le fue a su compañero de equipo, el australiano Jack Miller, que se marcha de Italia con cero puntos en su casillero.
No estuvo tampoco demasiado afortunada la representación de Aprilia en Misano Adriático, que tuvo en Maverick Viñales a su mejor representante, con una quinta y sexta plaza en el gran premio y la carrera sprint, mientras que Aleix Espargaró, que se fue por los suelos el viernes, no estuvo todo lo fino físicamente, que hubiera debido estar.
El español Pedro Acosta, como él mismo dijo, necesitaba dar un golpe en la mesa en Misano Adriático y lo dio con contundencia para ampliar su ventaja de los 22 a los 34 puntos frente a un Tony Arbolino que se tuvo que conformar con la cuarta plaza mientras él vencía con suficiencia.
Y, en Moto3, volvió a fallar el líder, el español Daniel Holgado (KTM), que se quedó sin puntuar, como ya sucediese en Cataluña y también antes en Países Bajos, lo que le deja con escasamente 4 puntos de ventaja sobre Ayumu Sasaki (Husqvarna), 12 respecto a Jaume Masiá, 17 con el turco Deniz Öncü (KTM), 21 con el colombiano de origen español David Alonso (Gas Gas) y 29 frente a Iván Ortolá (KTM).
La gran sorpresa de Moto3, con tres victorias en las cuatro últimas carreras, no es otro que David Alonso, que se perfila como el gran protagonista de la última parte de la temporada, aunque en su contra está el hecho de no conocer ninguno de los trazados a los que ahora se tiene que enfrentar antes de llegar a la Comunidad Valenciana.
Juan Antonio Lladós