La dieta mediterránea y el aceite de oliva reducen los síntomas en pacientes con depresión

Fotografía de archivo de la base de la dieta mediterránea, fruta, verdura y legumbres EFE/Kai Försterling

Madrid, 17 ene (EFE).- Seguir una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen (AOVE) puede ayudar a reducir de manera notable los síntomas de la depresión, según un estudio colaborativo de varios centros de investigación CIBER.

Los resultados del estudio, financiado por el FIS (Fondo de Investigación en Salud) ofrecen nuevas perspectivas sobre cómo influye la alimentación en salud mental, un hallazgo que sugiere la viabilidad de estrategias basadas en la dieta para complementar los tratamientos contra la depresión.

La depresión, un reto creciente para la salud pública mundial, es un trastorno mental común que puede aparecer hasta en niños de tres años y es una de las principales causas mundiales de deterioro de la calidad de vida.

En España seis millones de personas sufren depresión (8,9 % de los hombres y 16,5 % de las mujeres) y, al contrario de otras enfermedades, su incidencia está aumentando en las últimas décadas.

Por su parte, la dieta mediterránea se considera actualmente uno de los modelos dietéticos más saludables del mundo y varios estudios ya han descrito una relación entre una alta adherencia a la dieta mediterránea y un menor riesgo de depresión.

Sin embargo, hasta ahora, ningún estudio había evaluado el efecto de una intervención personalizada con dieta mediterránea añadida a la atención habitual sobre la reducción de los síntomas de pacientes recuperados de una depresión.

Realizado por científicos del CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) y del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), y publicado en la revista Nutritional Neuroscience, el estudio se hizo con 52 hombres y 144 mujeres de 18 a 86 años que habían sufrido al menos un episodio de depresión en los últimos cinco años y que estaban en fase de remisión clínica total o parcial en los últimos seis meses.

Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de los dos grupos (dieta mediterránea o control) y tal y como establecen las directrices para los ensayos aleatorios, al inicio del estudio, el equipo de psiquiatras y psicología desconocía la asignación de los participantes.

«Es la primera vez que se realiza una evaluación a largo plazo de una intervención dietética, incluyendo seguimiento y periodo de intervención de dos años, en este tipo de pacientes. En este sentido, observamos que la efectividad de la intervención con dieta mediterránea sobre los síntomas de la depresión se mantuvo en el tiempo», explica la investigadora del CIBEROBN Almudena Sánchez-Villegas, del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra.

Para Ana González-Pinto, jefa de grupo y directora científica del CIBERSAM, «las intervenciones nutricionales de la dieta mediterránea, que son intervenciones seguras y económicas, parecen ser una gran herramienta para la prevención de la depresión secundaria si sus propiedades preventivas se confirman en futuros ensayos clínicos en el trastorno depresivo mayor».