La dieta mediterránea y el ejercicio podrían evitar la discapacidad en ancianos hospitalizados

Imagen de archivo de alimentos incluidos en la dieta mediterránea. EFE/Kai Försterling

Madrid, 26 jul (EFE).- Seguir una alimentación basada en la dieta mediterránea y pautar un programa de ejercicio físico ayudaría a prevenir la pérdida de habilidades de la vida diaria (discapacidad) asociada a la hospitalización en las personas mayores.

Esta es la principal conclusión de un estudio dirigido por Mireia Urpi-Sarda, del Instituto de Investigación en Nutrición y Seguridad Alimentaria (INSA-UB) y por José Antonio Serra-Rexach, del Grupo de Investigación en Biopatología del Envejecimiento del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón (IISGM), ambos miembros del CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES).

La investigación, publicada en la revista Journal of Nutrition and Healthy Aging, concluye que las personas mayores hospitalizadas que siguen la dieta mediterránea también mejoran su estado global con pautas de ejercicio y educación en salud.

La discapacidad asociada a la hospitalización afecta incluso a los pacientes que son tratados con éxito de su dolencia durante el ingreso en el centro médico y puede conllevar gastos, reingresos e incluso mayor mortalidad en algunos casos.

Pero, según ha demostrado este estudio, las intervenciones con ejercicio físico durante la hospitalización son «estrategias seguras y efectivas» para prevenir este deterioro funcional en las personas mayores hospitalizadas.

El trabajo se ha basado en el proyecto AGECAR-PLUS, un estudio clínico aleatorizado con 260 pacientes de 75 o más años en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

Para hacer el estudio, el equipo evaluó en un grupo de 109 voluntarios -el 46% mujeres y alrededor de los 87 años- su grado de adherencia a un patrón dietético mediterráneo, los niveles de polifenoles en orina, el estado funcional, y otros parámetros de salud en el ingreso y el alta hospitalaria.

«Observamos que los pacientes que realizaron la intervención de ejercicio físico y educación sanitaria durante la hospitalización mejoraron significativamente su estado funcional al alta, en comparación con su ingreso y con los pacientes que no realizaron la intervención. Sin embargo, hasta ahora no existía ninguna evidencia del efecto de una dieta saludable sobre el estado funcional en personas mayores hospitalizadas», explica Serra-Rexach.

«Dado que la dieta mediterránea es rica en polifenoles, evaluamos la adherencia a este patrón dietético a través de un cuestionario validado, así como midiendo el nivel de polifenoles en orina», detalla Urpi-Sarda.

Los resultados sugieren que «el seguimiento de la dieta mediterránea podría representar un indicador de aquellos pacientes mayores con una respuesta aparentemente mejor a las intervenciones de ejercicio», concluyen los autores.