El presidente Miguel Ángel Valverde, se unió al homenaje a las víctimas del 11 de marzo de 2004, destacando la importancia de recuperar el consenso y la unidad en la vida pública

En el acto organizado por el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, Valverde recordó las palabras de Silvia Murillo, la primera alcaldesa de la provincia, sobre la necesidad de tender puentes y alcanzar acuerdos “que en otro tiempo teníamos y a lo mejor ahora entre todos hemos ido olvidando”.

Valverde hizo hincapié en la polarización política iniciada en 2004, y “que debemos esforzarnos en reconducir», señalando que «posiblemente» la clase política no estuvo a la altura de la sociedad en aquel momento. Destacó la amenaza del terrorismo yihadista que sigue estando ahí “y pretende perturbar la manera de entender y vivir nuestra democracia y nuestro estado de derecho”.

El presidente de la Diputación también recordó la desarticulación de una célula terrorista en la provincia de Ciudad Real durante la pandemia, subrayando la importancia de aprender de la experiencia y trabajar unidos ante las amenazas desconocidas. En el evento estuvieron presentes también la delegada de la Junta de Comunidades, Blanca Fernández, y miembros de la Corporación municipal, así como representantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

El acto concluyó con todos los asistentes, incluidos Valverde, Cañizares y Fernández, depositando claveles blancos en el monumento en memoria de las víctimas en el Parque de Atocha de la capital.