Brasilia, 31 may (EFE).- La Justicia electoral de Brasil defendió este martes ante diplomáticos extranjeros las urnas electrónicas usadas en el país y pidió que la comunidad internacional permanezca «atenta a acusaciones infundadas» de cara a los comicios de octubre.
«Invito al cuerpo diplomático a buscar informaciones serias y verdaderas sobre la tecnología electoral brasileña» y a «contribuir para que la comunidad internacional esté alerta contra acusaciones infundadas», declaró el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Luiz Edson Fachin, también miembro de la Corte Suprema.
El juez no lo citó, pero la agresiva campaña de descalificación contra el sistema electrónico de votación que Brasil adoptó en 1996 es encabezada por el presidente Jair Bolsonaro, quien a pesar de que nunca ha sido denunciado un solo fraude con esas urnas en 26 años insiste en que propician las trampas.
En una reunión con diplomáticos de 75 países basados en Brasilia, Fachin presentó los resultados de las pruebas realizadas a las urnas electrónicas, la última hace diez días, que así como ocurre antes de cada elección fueron puestas a disposición de decenas de piratas informáticos, que no lograron acceder a sus sistemas.
Según Fachin, a pesar de esos resultados y el historial de las urnas electrónicas, el «virus de la desinformación» es sembrado de forma «infundada e perversa» por sectores políticos que insisten en «denunciar riesgos inexistentes y fallos imaginarios».
El magistrado le salió al paso a las afirmaciones de Bolsonaro y la ultraderecha que lo apoya en torno a la supuesta vulnerabilidad del sistema, sobre el cual garantizó que es «totalmente auditable».
Explicó además que, desde 1996, cada proceso electoral en Brasil es vigilado por la Policía Federal, el Ministerio Público, todos los partidos políticos y otras entidades del Estado y la sociedad civil, así de organismos extranjeros.
Para las elecciones de octubre, confirmó que habrá observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), del Parlamento del Mercosur, de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), y de la Unión Interamericana de Organismos Electorales, entre otras organizaciones.
El presidente del TSE también reiteró que Brasil «no acepta más» las «aventuras autoritarias» y que los ataques al sistema electoral representan una «amenaza» a la propia democracia.
Este mismo martes, Bolsonaro insistió en sus críticas a las urnas electrónicas y declaró en un acto público que quiere «elecciones limpias, democráticas y auditables».