Bruselas, 27 jun (EFE).- Los defensores en el Parlamento Europeo de la Ley de Restauración de la Naturaleza llamaron hoy a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a defender públicamente esa iniciativa de su Ejecutivo y frenar así la «trifulca» contra la iniciativa en el seno de su familia política, el Partido Popular Europeo (PPE).
«Señora Von der Leyen: debe reaccionar» porque la ley de biodiversidad «no puede depender de una trifulca política interna de los conservadores europeos», dijo en rueda de prensa el negociador jefe del Parlamento Europeo para el expediente, el español César Luena (PSOE).
El socialdemócrata se refirió así al ajustado voto en la comisión de Medioambiente de la Eurocámara, donde hoy se rechazó por la mínima (empate a 44 votos; no se adopta) el borrador del Parlamento Europeo para negociar con los Estados miembros la normativa final.
En el caso de los europarlamentarios españoles de la comisión de Medioambiente, votaron a favor Antoni Comín (Junts), Soraya Rodríguez (Ciudadanos) Javi López y César Luena (PSOE) y, en contra, Dolors Montserrat (PP).
El texto irá, pese a todo, al pleno del Parlamento Europeo (probablemente en julio), donde se enfrentará a un laberíntico recorrido en función de si se vuelve a rechazar o si se adoptan una a una las enmiendas que se irán introduciendo en el expediente.
Pero el rechazo en la comisión parlamentaria competente complica la tramitación de una iniciativa a la que se opone el PPE, que carga así contra la agenda verde de la Comisión Europea en lo que se interpreta ampliamente como un intento de acercarse al espacio político de los partidos ultranacionalistas y granjearse apoyos rurales a un año de las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2024.
«Competir con la extrema derecha en los marcos del debate público de la extrema derecha. Eso fracasa siempre y está empezando a verlo también en su país», lanzó Luena en referencia a la reciente victoria de Alternativa para Alemania (AfD) en las elecciones en el distrito de Sonneberg (sur de Alemania), comarca que se convertirá en la primera administración alemana que pasa a estar en manos de la ultraderecha.
Hay quien también entiende que Weber purga además una rencilla política derivada de su frustrado intento de convertirse en presidente de la Comisión Europea en 2019, cuando los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete optaron por Von der Leyen.
Luena, quien subrayó que los países ya han tomado posición de cara a la negociación final con la Eurocámara, declaró que es «bastante optimista» de cara a obtener «una mayoría en el pleno» gracias al pacto de socialistas, liberales, verdes e izquierda.
«En unos días se hará cargo de este dosier la presidencia española y tanto (el presidente) Pedro Sánchez como (la vicepresidenta) Teresa Ribera van a adoptar este expediente como una prioridad, y eso son buenas noticias», agregó.
Por su parte, el presidente de la comisión de Medioambiente, el liberal francés Pascal Canfin, llamó al PPE a definir si apoya «la línea que representa Manfred Weber o la que representa Ursula von der Leyen».
Canfin acusó también a Weber de manipular la votación, pues de los eurodiputados que asistieron al escrutinio «un tercio no era parte de la comisión de Medioambiente» y fueron «reemplazados por otros» fieles a la disciplina de voto.
«Ha sido una manipulación muy clara del voto por parte de Manfred Weber», dijo.
El PPE, por su parte, subrayó tras el voto que la formación apoya los objetivos del Pacto Verde pero rechaza esta propuesta en particular porque va por «mal camino», «no es práctica», carece de «una evaluación de impacto clara» y contiene un «programa ideológico».
«Si la Comisión Europea nos hubiera tomado en serio hace un año, ahora no estaríamos aquí», afirmó la cristianodemócrata alemana Christine Schneider, quien llamó al Ejecutivo comunitario a retirar la propuesta.
No obstante, y casi simultáneamente, el portavoz jefe de la Comisión Europea, Eric Mamer, manifestaba en rueda de prensa que la institución ya ha dicho en varias ocasiones que no cancelará la iniciativa.
«Estamos más que encantados de prestar todo nuestro apoyo a los legisladores como parte de este proceso, pero todos tenemos nuestras propias responsabilidades y el Parlamento tiene que tomar su decisión en julio en su sesión plenaria», aseguró.
El PPE insistió en que el texto «compromete la seguridad alimentaria», porque marca como referencia que un 10 % de los terrenos agrícolas de la UE se dediquen a espacios ricos en biodiversidad, aunque 4000 científicos han señalado que reparar los ecosistemas ayudará a la mejorar la producción agrícola.
«Firmar una carta no es lo mismo que firmar una ley», zanjó el eurodiputado alemán del PPE Peter Lisese, preguntado por esa cuestión.
Los eurodiputados del PPE también evitaron abundar sobre la disputa entre Weber y Von der Leyen, y atribuyeron la responsabilidad del proyecto de ley a su vicepresidente para el Pacto Verde, el socialdemócrata neerlandés Frans Tiemmermans.
La Ley de Restauración de la Naturaleza busca reparar el 20 % de los ecosistemas dañados de la UE en 2030 y todos ellos a mitad de siglo, con el objetivo de ofrecer resiliencia contra la crisis climática y convertirse en la implementación europea de los acuerdos de la Conferencia de Biodiversidad de Naciones Unidas (COP15).