La lucha contra la deforestación moviliza al ecologismo en el mundo para sumar esfuerzos

Fotografía de archivo de los Saltos del Río Negro (Salto del Garimpai), en Sao Jorge (Brasil). EFE/Joédson Alves

Madrid, 21 sep (EFE).- La Unión Europea (UE) necesita «mirar más allá de la selva amazónica» para proteger a todos «los ecosistemas valiosos» del mundo amenazados por las importaciones europeas de productos como la soja, según denuncia la Alianza Cero Deforestación, que ha elaborado un informe publicado hoy al que se han sumado más de medio centenar de organizaciones del mundo.

El nuevo reglamento en la Unión Europea sobre productos libres de deforestación para frenar la degradación de los bosques a escala mundial se trata de una ley «pionera» pero se queda corta en su ámbito de protección, denuncian las organizaciones integrantes de la Alianza Cero Deforestación en el documento.

Amigos de la Tierra, Carro de Combate, CECU, Coordinadora Estatal de Comercio Justo, Ecologistas en Acción, Mighty Earth, SEO/BirdLife y WWF, en calidad de integrantes de dicha alianza junto con más de 60 organizaciones de Europa, América Latina y África, exigen a la Comisión Europea y a la presidencia española del Consejo de la UE que se incluyan sus peticiones en el proceso de revisión de dicha legislación.

Aunque el reglamento está en vigor, sus aspectos más relevantes se aplicarán a partir de finales de 2024 y la Alianza Cero Deforestación lo que reclama es que se amplíe su cobertura para proteger asimismo a las áreas con la denominación de «otras tierras boscosas».

De ese modo, se ampliaría el auxilio a casi mil millones de hectáreas adicionales de terreno «de gran valor», lo que supone alrededor del 25 por ciento de la superficie forestal global del mundo.

La mayoría de entornos que se corresponde con «otras tierras boscosas» se encuentra en África, con cerca de 446 millones de hectáreas de «otras tierras boscosas», y el resto entre Asia (190 millones), Sudamérica (147 millones), Europa (100 millones) o Norteamérica junto con Centroamérica (90,5 millones).

La incorporación de dicho epígrafe en la ley protegería espacios tan amenazados como el Cerrado de Brasil en donde «sigue aumentando la deforestación» por la producción de soja que importan países como España «para la ganadería industrial», advirtió a Efe Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción.

Dicho ecosistema es uno de los espacios naturales más valiosos del mundo, por lo que su destrucción perjudicaría no solo a la biodiversidad sino además a la capacidad de mitigación y adaptación a la emergencia climática, según el documento.

De hecho, de acuerdo a los datos del informe, alrededor del 70 % de la destrucción de áreas forestales relacionada con el consumo europeo se concentra en la sabana tropical del Cerrado de Brasil, un espacio más grande que Francia, Italia, Alemania, España y el Reino Unido juntos.

Dicho entorno se trata de «un bioma natural formado por sabanas, arbustos y bosques que alberga el 5 % de la biodiversidad mundial», según el informe.

“En el caso de España, en 2020 se importaron de Brasil 2,6 millones de toneladas de soja para piensos, de las que el 42 % procedía exclusivamente de la región del Cerrado», según el documento.

De acuerdo a los datos de Monitoreo satelital en Brasil a los que se refiere el informe, Brasil redujo «las crecientes tasas de deforestación» en la selva amazónica durante el primer semestre de este año, pero por el contrario, la sabana del Cerrado «ha experimentado una ola de destrucción ambiental durante el mismo período, con la cifra de deforestación más alta desde 2018».

«La UE puede evitar que su consumo cause la destrucción de una naturaleza biológicamente muy valiosa, pero necesita mirar más allá de la selva amazónica», declara la Alianza Cero Deforestación.

Dicha alianza advierte de que las multinacionales del comercio de materias primas agrícolas que abastecen de soja a la industria cárnica y láctea «podrían ver la brecha legislativa» que supone no incluir en el reglamento a otras tierras boscosas «como una oportunidad para intensificar la producción en esas áreas desprotegidas para eludir la regulación de la UE».

“Asegurarnos de que esta ley abarca a todos los ecosistemas valiosos es imprescindible ante la intensificación de la emergencia climática», advierten los integrantes de la Alianza Cero Deforestación.

Incluir junto con la selva amazónica otros espacios naturales más desconocidos como el Cerrado brasileño «pero igualmente valiosos» ayudará a proteger «no solo una inmensa variedad de plantas y animales, incluido el jaguar, sino también un importante proveedor de agua para todo el continente americano”.