La M-50 se convierte en nuevo límite territorial entre la capital y Rivas Vaciamadrid

La M-50 se convierte en nuevo límite territorial entre la capital y Rivas Vaciamadrid

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y el alcalde de Rivas Vaciamadrid, Pedro del Cura, se reunieron ayer para firmar un protocolo de intercambio de límites territoriales entre ambos municipios. Este documento da cumplimiento al Pacto Regional de la Cañada Real, suscrito en mayo de 2017 por la Delegación del Gobierno en Madrid, la Comunidad y los Ayuntamientos de Madrid, Coslada y Rivas.

Tras la ratificación, se verán afectados los sectores 3, 4 y 5 de la Cañada Real Galiana, y la M-50 se convertirá en el nuevo eje de separación entre Rivas y la capital, dado que esta vía es «la verdadera frontera geográfica entre ambos municipios». «La Cañada es una zona en la que ambos Ayuntamientos tenemos proyectos, por eso nos parecía muy importante consumar este protocolo que deja claros cuáles son los límites de Madrid y cuáles los de Rivas», ha explicado la alcaldesa.

Ambos Consistorios persiguen «establecer políticas más efectivas de integración social y lucha contra la pobreza, optimizar recursos, planificar los realojos necesarios y trabajar conjuntamente para evitar nuevas construcciones».

De esta forma, además, se resolverán dos de los conflictos que han copado la atención en los últimos años en la Cañada: la especulación sobre los inmuebles irregulares (compra, venta y alquileres) y los incendios y vertidos ilegales.

«Para nosotros es un hecho histórico. Antiguamente Rivas nunca fue bien tratado por el Ayuntamiento de Madrid. Ha tenido que llegar Manuela Carmena para firmar este compromiso de que la Cañada Real dejará de ser una zona de marginalidad y se convertirá en un lugar donde a la gente se le podrá dar el derecho a vivir en un barrio y no en esta situación actual«, ha explicado Del Cura.

Asimismo, con este consenso se continuará trabajando para, además de impulsar un urbanismo más sostenible en los próximos desarrollos, «resolver la situación social de exclusión que sufre una parte importante de los habitantes de la Cañada Real», han señalado ambos regidores. Ambos Ayuntamientos se han comprometido, también, «a montar una oficina de estudios para coordinar las acciones a realizar en todos estos ámbitos y materias afectadas por este protocolo».