Sevilla, 13 nov (EFE).- El empate (1-1) entre el Sevilla y Betis en el derbi sevillano de este domingo, tercero consecutivo en sus duelos ligueros, dejó en la parroquia verdiblanca una sensación agridulce por cuanto la evidente superioridad futbolística no se plasmó en el marcador, como sucede a menudo en estos partidos de rivalidad.
Los béticos, de hecho, sólo han ganado cuatro de los veinticinco últimos encuentros que ha disputado contra el Sevilla en los últimos once años -y el primero de esos triunfos fue inútil porque quedó apeado en la eliminatoria que se dirimía, octavos de la Liga Europa 13/14-, periodo en el que ha cosechado seis empates y quince derrotas.
En Liga, los verdiblancos no han ganado ninguno de sus ocho últimos derbis, desde el 3-5 en el Sánchez-Pizjuán el día de Reyes de 2018, y su actual entrenador, el chileno Manuel Pellegrini, ha obtenido frente al Sevilla una victoria, cuatro empates y otras tantas derrotas, la última de ellas en un amistoso disputado el verano pasado en Guadalajara (México).
Ese único triunfo del Betis de Pellegtini frente a su ‘eterno rival’, sin embargo, fue de enorme importancia, ya que posibilitó la conquista de la Copa del Rey en 2022, en cuyos octavos de final remontaron (2-1) los verdiblancos mediante Fekir y Canales el gol con el que Papu Gómez había adelantado a los sevillistas.
Los números globales del entrenador chileno contra el Sevilla en su larga carrera tampoco son buenos, ya que es el segundo equipo al que más veces se ha enfrentado oficialmente (29, sólo por detrás de sus 34 partidos contra el Barcelona), con un balance de ocho victorias, nueve empates y doce derrotas.
Ese exiguo 27% de encuentros ganados contra los sevillistas supone el quinto peor promedio de triunfos contra adversarios ante los que ha dirigido al menos diez veces, detrás del Real Madrid (12%), Arsenal (14%), Barcelona (15%) y Atlético (26%), y lo mismo sucede con el 41% de derrotas cosechadas: Barcelona (70%), Real Madrid (52%), Arsenal (50%) y Atlético (48%).