Jorge Fuentelsaz
Madrid, 7 nov (EFE).- La ONG que advirtió del «genocidio cultural» supuestamente cometido por Israel en Gaza destruyendo el patrimonio histórico y cultural de los palestinos, alerta ahora del peligro que corren numerosos monumentos libaneses, incluidos Baalbek y Tiro, que albergan lugares arqueológicos patrimonio de la Humanidad, ante el Ejército israelí, que «no respeta nada».
«En Gaza, Israel tuvo muy claro que la destrucción del patrimonio era una parte de su estrategia para desconectar a los palestinos de su tierra y eliminar todos los restos históricos que unen a la gente de Gaza con su tierra», asegura a EFE el presidente de Heritage For Peace, Isber Sabrine, en una entrevista telefónica.
Según Sabrine, Sudáfrica tuvo en cuenta el informe elaborado por su organización para redactar su denuncia por supuesto genocidio contra el pueblo palestino presentado ante la Corte Internacional de Justicia, que dictaminó que había plausibilidad de que Israel estuviese cometiéndolo.
Aquel texto advertía de la destrucción de los restos arqueológicos de la iglesia bizantina de Yabalia o de la mezquita Omari, levantada en el siglo XII en el corazón de la ciudad histórica de Gaza por un bombardeo directo del Ejército israelí.
Pero también, del derrumbe «casi total» de la iglesia ortodoxa de Porfirio y de otros 22 lugares destacados venidos abajo total o parcialmente por la acción directa de los militares israelíes en la ciudad de Gaza, en Jan Yunes, en Deir al Balah y en otras localidades de la castigada Franja de Gaza.
Además, dicho documento, publicado solo un mes después del estallido del conflicto -el 7 de octubre de 2023-, ya recogía que unos 104 edificios habían sido dañados en los primeros días de ofensiva israelí.
Gaza y Líbano tienen un patrimonio único
«El patrimonio es la identidad, es la historia de un pueblo y Gaza y Líbano tienen un patrimonio único y muy importante para el resto del mundo, porque por ahí han pasado numerosas civilizaciones», dice Sabrine
En su informe sobre el Líbano, publicado a finales del pasado octubre, la ONG llama la atención sobre los lugares que han sido dañados o que están bajo amenaza inminente, especialmente en tres zonas: los barrios del sur de Beirut, comúnmente conocidos como Dahye, el valle de la Bekaa, en el este, y los territorios situados más al sur, junto a la frontera de Israel.
El estudio, cuyo objetivo declarado es «arrojar luz sobre la pérdida de patrimonio cultural tangible e intangible, sitios, monumentos, espacios y recursos del patrimonio cultural en el Líbano», sostiene que no pretende «señalar a los causantes de esta destrucción».
Sin embargo, subraya con amargura que «esta guerra ha ignorado todos los compromisos con el patrimonio humano y cultural».
El director de Heritage For Peace asegura que mientras que en Gaza el objetivo de «destrozar estos monumentos» era muy claro, ya que pretende «sacar a la gente» de la Franja, «en el Líbano, la dinámica es muy diferente».
En este sentido, apunta que mientras en Gaza, el grupo palestino Hamás es a la vez el Estado, el Gobierno y quien controla la administración, en el Líbano, el grupo Hizbulá es solo un grupo que forma parte del Gobierno.
«El daño al patrimonio mundial de Líbano todavía no es un daño muy peligroso, pero bueno, hay daños», advierte, antes de reconocer que la situación en Gaza en «mucho peor».
Israel «no es tan tonto» como para destruir Tiro o Baalbek
Para Sabrine, el peligro en el Líbano sigue ahí porque «Israel está violando todo el tiempo la ley internacional en todos los aspectos, humanitario, cultural de patrimonio, todos».
No obstante, considera que Israel «aunque no escucha a nadie, ni respeta nada» no es «tan tonto como para atacar y destruir sitios como Tiro o Baalbek», porque, según subraya, sería una «acción muy bárbara» un «desastre».
Tras recordar el preámbulo de la Convención de la Haya de 1954, que asegura que «todo daño a los bienes culturales, independientemente del pueblo al que pertenezcan, constituye un daño al patrimonio cultural de toda la humanidad», el activista se pregunta por la inacción de la comunidad internacional.
«¿Qué importancia tienen estas leyes si el Gobierno de Israel, que es un gobierno considerado cercano a los europeos, a los americanos, un país democrático, está violando la ley internacional y nadie hace ni dice nada?», pronuncia.
En este sentido, reconoce que la comunidad internacional no está prestando en absoluto la misma atención ante la destrucción del patrimonio histórico perpetrada por Israel que se prestó en casos como el Estado Islámico en Siria e Irak.
«Tenemos un doble estándar de las cosas», comenta, antes de volver a preguntarse: «¿Cuál es la diferencia entre lo que está haciendo Israel en Gaza con los humanos y lo que hizo el Estado Islámico en Siria o Irak?».