Madrid, 12 jul (EFE).- Hace algo más de un mes que se inauguró en Madrid la Oficina de Lucha contra el Terrorismo de Naciones Unidas, aunque su trabajo comenzó unos meses antes con un objetivo: extender la ofensiva antiterrorista a todos los países, enfocada sobre todo en la prevención del extremismo violento y en la protección de las víctimas.
Lo explica así, en una entrevista con EFE, el jefe de la oficina, Ignacio Ibáñez, quien enumera las áreas prioritarias en las que este organismo enfoca su trabajo, como la protección de objetivos vulnerables, incluyendo las infraestructuras críticas y los espacios públicos; y la prevención y lucha contra el extremismo violento, especialmente entre los jóvenes, a través de los deportes, entre otros ámbitos.
LA ELECCIÓN DE ESPAÑA COMO SEDE
Ibáñez recuerda que España ha sido desde hace muchos años «un socio crucial» para la ONU en la lucha contra el terrorismo y que desde hace décadas todos los gobiernos de nuestro país «han entendido que la cooperación internacional en esta materia era clave para derrotar a los terroristas».
Además, España apoyó la creación en 2017 de la Oficina de Lucha contra el Terrorismo (UNOCT, por sus siglas en inglés). Tras su constitución, Naciones Unidas consideró que eran necesarias oficinas fuera de la sede en Nueva York para poder ejecutar de manera más eficaz los programas antiterroristas de apoyo a los países que así lo requirieran, continúa Ibáñez.
Pese a que varias ciudades se postularon, entre ellas Málaga, finalmente se optó por Madrid «dadas las facilidades de comunicación y el hecho de que otros ministerios y organismos nacionales con los que se esperaba desarrollar una cooperación tenían por sede la capital de España».
Entiende Ibáñez que puesto que España tiene «una experiencia muy valiosa y grandes profesionales en este campo, la intención es poder establecer una cooperación estrecha para que los países beneficiarios de los proyectos puedan conocer las buenas prácticas desarrolladas aquí».
ASISTENCIA TÉCNICA A PAÍSES CON MENOS RECURSOS
Desde la oficina en Madrid se ejecutan programas y actividades dirigidos fundamentalmente a los países que tienen menos recursos, experiencia o capacidades para hacer frente a la amenaza terrorista, existente o potencial, o aquellos que necesitan un apoyo específico en algún campo concreto de la lucha antiterrorista, recalca Ibáñez.
«Siempre trabajamos en función de las prioridades y necesidades que los 193 estados miembro de la ONU nos señalan», dice el jefe de la Oficina antes de asegurar que en estos programas no solo es esencial la acción del sector público y de las fuerzas de seguridad.
Y pone ejemplos. Si se trata de proyectos para la protección de objetivos vulnerables, como espacios públicos, un centro urbano o área turística, o para prevenir la radicalización y el extremismo violento entre la juventud, se cuenta con la participación de los comerciantes, los dueños de los hoteles, los profesores de aquellos que pueden estar en riesgo, es decir, de la sociedad civil.
«Creemos que la cooperación público-privada es crucial», enfatiza.En ese sentido, recuerda cómo el apoyo de las asociaciones de víctimas ha ayudado a impulsar modificaciones legislativas o ha contribuido, con proyectos propios, a la necesaria asistencia integral que requiere este colectivo.
«Aunque en España esto esté muy claro, no siempre es así en otros países, con lo que las buenas prácticas desarrolladas aquí son muy valiosas en otras partes del mundo», apostilla Ibáñez.
ESPAÑA, ANFITRIONA EN 2024 DE UNA CONFERENCIA INTERNACIONAL DE VÍCTIMAS
Avanza Ibáñez que España será el próximo año anfitriona de una conferencia internacional para víctimas del terrorismo, una nueva ocasión de cumplir con el compromiso de la UNOCT de dar voz a las víctimas de todo el mundo. Un compromiso «no solo firme, sino prioritario».
Mientras esa cita llega, la oficina de UNOCT en Madrid ya colabora con más de 120 países de todo el mundo y, de manera más específica, con 21 de ellos «asesorándoles técnicamente, poniendo en contacto a expertos de todo el mundo, promoviendo buenas prácticas y formando en la lucha contra el terrorismo».
Proyectos para la protección de espacios públicos y la publicación de guías y manuales en materia de prevención del extremismo violento a través del deporte o sobre protección de infraestructuras críticas son algunas de las iniciativas ya puestas en marcha.
Junto con el Centro Memorial para las Víctimas del Terrorismo y el apoyo del Ministerio del Interior, se inauguró en Vitoria una exposición de la UNOCT sobre víctimas del terrorismo de todo el mundo y sus experiencias personales llamada «Recuerdos».
Pero «el trabajo aumentará en los próximos meses», según Ibáñez, con nuevos proyectos como el destinado a prevenir la adquisición y uso de armas por parte de terroristas.
«Para nosotros, la cooperación con España continuará siendo fundamental. Este país es una referencia internacional en materia antiterrorista y estamos seguros de que seguirá ofreciendo con generosidad su apoyo, experiencia y la pericia de sus expertos», concluye el jefe de la oficina.