Brasilia, 28 jun (EFE).- El senador Randolfe Rodrigues, jefe de la oposición en el Senado brasileño, formalizó este martes un pedido para abrir una investigación parlamentaria sobre supuesta corrupción en el Gobierno de Jair Bolsonaro, en pleno año electoral.
La intención es que sean investigadas unas graves sospechas de irregularidades en el Ministerio de Educación, que la semana pasada llevaron a un tribunal a ordenar la detención del extitular de ese despacho Milton Ribeiro, liberado 24 horas después por una corte superior.
Rodrigues presentó el pedido de investigación a la mesa directora del Senado avalado por 30 senadores, tres más de lo que las normas internas exigen para que se instale una comisión especial sobre el asunto, la cual deberá ser convocada por el presidente del Legislativo, Rodrigo Pacheco.
«Se debe investigar ese conjunto de irregularidades», que «sin duda tiene tentáculos que llegan al Palacio presidencial», sostuvo Rodrigues tras entregar el documento.
El senador indicó que «en circunstancias normales, no sería necesaria una investigación parlamentaria», pero agregó que los trabajos de la Policía Federal en torno a ese caso están «bajo una seria amenaza de intervención por parte del propio Presidente de la República».
Citó entonces un audio obtenido por la prensa local la semana pasada, en el que se escucha al exministro Ribeiro decir que había sido advertido por Bolsonaro de un posible allanamiento a su residencia, que finalmente ocurrió el día que fue detenido.
Ribeiro, pastor de una iglesia presbiteriana, fue ministro entre julio de 2020 y marzo pasado, cuando presentó su renuncia acorralado por sospechas de que integraba una presunta red de corrupción tejida en su despacho.
Según la denuncia, los pastores evangelistas Gilmar Santos y Arilton Moura, con aval de Ribeiro, extorsionaban a alcaldes de diversas ciudades y exigían coimas para liberar recursos de la cartera de Educación para esos municipios.
Las sospechas han sido ratificadas al menos por tres alcaldes y, en relación a los pastores Santos y Moura, agregan que durante los últimos dos años visitaron una treintena de veces el Palacio presidencial, lo cual ha sido confirmado por fuentes oficiales.
Bolsonaro, quien está en plena campaña para las elecciones de octubre próximo, en las que intentará renovar su mandato, se ha manifestado en defensa de Ribeiro y ha minimizado las acusaciones.
Aunque el día de la detención del exministro exigió que «responda por sus actos», tras su liberación ha insistido en su inocencia y declarado que pone «las manos en el fuego» por el pastor Ribeiro.
En caso de que se acepte instalar la comisión parlamentaria, que puede tener un fuerte impacto político y mediático, la investigación será desarrollada en medio de la campaña electoral, que hasta ahora tiene como claro favorito al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, el mayor antagonista del líder de la ultraderecha.