Madrid, 11 abr (EFE).- Personalidades de la cultura, familiares y amigos han acudido este jueves a la capilla ardiente del cineasta Jaime de Armiñán, fallecido ayer a los 97 años, para despedir a una figura «clave», «pionera» y «rompedora» de la cultura española.
El Palacio de Longoria, sede de la SGAE, de la que el director madrileño era socio y consejero de honor de su junta directiva, ha acogido el velatorio por el que han pasado el presidente de la Academia de Cine, Fernando Méndez-Leite, los actores Emilio y Julia Gutiérrez Caba, la directora de RTVE Conchi Cascajosa o el consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco, entre otros.
El féretro ha llegado minutos antes de las diez y media y ha sido recibido a las puertas del edificio por el presidente de la SGAE, Antonio Onetti, y su directora general, Cristina Perpiñá-Robert. En el interior se encontraban los tres hijos del director de películas como ‘Mi querida señorita’ y series de televisión como ‘Juncal’.
Sus restos se han instalado en el salón Manuel de Falla, en la primera planta, rodeado de coronas de flores enviadas por AISGE (Artistas Intérpretes, Entidad de Gestión de Derechos de Propiedad Intelectual), la Academia de Cine, RTVE, la propia SGAE, familiares y amigos.
Méndez-Leite ha destacado que Jaime de Armiñán, dos veces nominado al Oscar y Goya de Honor 2014, es uno de los directores «más importantes del cine español», pero sobre todo «una figura clave de la cultura española del siglo XX», con una carrera «extraordinaria» en televisión, cine y teatro.
Para el presidente de la Academia, las dos claves que hicieron posible la «consistencia» de su trayectoria son «guiones de hierro, diálogos magníficos y actores perfectamente engrasados en los personajes adecuados».
En concreto, ha recomendado ver «Mi querida señorita», su obra más importante, que está «como nueva, estupenda» y con «esa interpretación magistral» de José Luis López Vázquez, todo un «hallazgo», y de Julieta Serrano.
«Siempre trata la diversidad, la marginalidad, sobre todo en el sexo. Sus películas, «muy de autor», hablaban de la represión sexual que habíamos vivido en nuestro juventud», ha agregado.
Antonio Onetti ha destacado que fue «un pionero, una figura única en el cine» y ha recomendado su obra a las nuevas generaciones. «Tenía ese espíritu rompedor», de una generación que se había ciado en la dictadura y estaba «empujando para que llegara la democracia».
Es uno de esos directores «imprescindibles, una figura única y le vamos a echar mucho de menos», ha señalado Onetti, que ha recordado sus trabajos como guionista y colaborador de Chicho Ibáñez Serrador y sus comienzos en el teatro donde consiguió el premio Calderón de la Barca y Lope de Vega.
«Somos pocos agradecidos con la obra de los que vinieron antes que nosotros. La obra de Armiñan se debe poner en valor para que las nuevas generaciones sepan quién era para el cine español», ha subrayado.
El consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco, lo ha considerado un personaje muy importante «de la cultura con mayúsculas» y ha alabado su trabajo «en defensa de la propiedad intelectual y los derechos de autor».
«Su cine nos ha marcado a todos, estoy aquí como representante de la Comunidad de Madrid pero también como persona de la cultura que quiere despedir a un grande de nuestra vida, nuestra sociedad y nuestro patrimonio cultural», ha afirmado.
El artista performativo Paco Clavel, que también ha acudido a la capilla ardiente, ha considerado a Armiñán un referente del cine español, europeo y mundial, «muy arriesgado» y ha asegurado que «Mi querida señorita» fue una película que le impactó mucho y que marcó «un antes y un después».
Está previsto que la capilla ardiente cierre sus puertas a las 20.30 horas.
