Quito, 28 nov (EFE).- La vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, aceptó este martes la designación dispuesta por el presidente Daniel Noboa para instalarse en Tel Aviv y colaborar por la paz entre Israel y Palestina, y tras dejar en evidencia el distanciamiento entre ambos, le pidió dialogar.
«No abandono el barco, quizás me envían lejos, pero las buenas personas sabemos cómo darle la vuelta, (y) sin duda alguna, de los peores momentos, sacar los mejores», dijo en una rueda de prensa en la instalaciones de la Vicepresidencia en Quito.
Abad dijo que fue víctima de una campaña sucia durante el periodo electoral, aseguró que se «hicieron carteles, montando la misma narrativa falsa y difundieron a través de la vocería de exministros y autoridades actuales del correísmo, en el que falsamente me acusan de contradecir las propuestas» de Noboa.
Además, la vicepresidenta anotó que fue también víctima de otra campaña sucia por parte del movimiento oficialista ADN, por lo que subrayó que debió «pelear en dos frentes».
También dijo haber sufrido «constantes bloqueos por parte del equipo de trabajo del presidente Noboa». «Evidencias tenemos de quienes han originado esta brecha, donde solamente pierde el país», señaló.
Dijo ser una cristiana a la que le «place dar honra a quien honra se merece, incluyendo la primera autoridad de este país».
Sobre su ausencia en el almuerzo oficial de la ceremonia de investidura presidencial, Abad afirmó que no fue invitada a la recepción en el palacio de Gobierno y que por ese motivo almorzó en un mercado de Quito con comerciantes y simpatizantes, y que tampoco la llamaron el domingo a participar en la foto oficial del gabinete.
Pide diálogo
Durante la campaña electoral se evidenció un distanciamiento, que se profundizó aun más tras el triunfo del binomio y el encargo de la misión en Tel Aviv, pues en su opinión, Noboa, la quiere «lejos».
«Señor presidente, pido una vez más, delante de todo el pueblo ecuatoriano, que se siente conmigo y conversemos como dos políticos responsables por el bien de nuestro maravilloso país», dijo Abad.
Y añadió que puede que «jamás» coincidan «en temas como acordar con quiénes han llevado al país a la oscuridad, en donde nos encontramos actualmente».
«Puede que no esté de acuerdo con quienes buscan la impunidad y la injusticia, y que nunca me sentaría a negociar con ellos», dijo Abad en referencia al pacto alcanzado por el oficialismo con el correísmo y el conservador Partido Social Cristiano (PSC) para conformar la mesa directiva de la Asamblea Nacional (Parlamento).
«Pero, si usted, señor Presidente, ha decidido acordar con ellos, sepa que ejerceré mi libertad de elegir obedecer al pueblo, que nos entregó el mandato, y si lo tengo que hacer desde Tel Aviv, o desde Shushufindi, donde cerré mi campaña política, siempre estará conmigo la coherencia de seguir luchando por más de 24 años por un mismo objetivo: servir a los que nos necesitan, a los que nos eligieron», añadió.
¿Abad incomoda?
Después de reunirse con el líder del partido español de ultraderecha Vox, Santiago Abascal, y manifestar su simpatía por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y por la electa vicepresidenta de Argentina, Victoria Villarruel, Abad especuló que «a algunos ya les incomoda la figura de una mujer valiente, con valores cristianos, liberal, clásica, madre emprendedora, que eligió Ecuador».
«Y Ecuador me eligió con más de 5 millones de votos», recordó.
La vicepresidenta comentó que se pronunciaba este martes ante la prensa aunque «siempre» le habían «pedido desde el equipo de comunicación del presidente que no hable delante de ustedes».
«Yo no hago bloqueos, siempre tiendo puentes, porque para mí el país está por encima de cualquier malentendido, por lo que merece el diálogo y la transparencia», subrayó.
Prepara su misión
Abad comentó que en estos últimos días se ha concentrado en preparase para la misión de «colaboradora por la paz y precautelar el escalamiento de la conflictividad entre Israel y Palestina», que es «un gran reto para el país».
Apuntó que «por el beneficio del pueblo y para garantizar la estabilidad constitucional» y evitar que eventualmente la acusen de abandono de cargo si incumple la misión, pidió a las diferentes instituciones toda la información para cumplir la.
A la comunidad internacional y su cuerpo diplomático solicitó su acompañamiento para conocer su apoyo a la misión en Tel Aviv, aunque aún no sabe cuándo viajará.