Asunción, 20 dic (EFE).- Autoridades, instituciones y personalidades lamentaron el fallecimiento del artista plástico Delfín Roque Ruiz Pérez, conocido como Koki Ruiz, quien mostró con sus obras la religiosidad y la cultura popular de Paraguay.
«He perdido a un gran amigo y Paraguay a uno de sus mejores artistas», escribió el presidente del país, Santiago Peña, en su cuenta de X, al expresar su «profunda tristeza» por la muerte de Ruiz, de 67 años, ocurrida este viernes.
«Nos consuela saber que queda su obra como legado y, por sobre todo, su ejemplo de no poner límites a lo que nos proponemos, que inspirará siempre a nuestra nación», agregó el mandatario.
Por su parte, la Secretaría Nacional de Cultura afirmó en Instagram que Ruiz «deja un legado imborrable en el arte y la cultura de Paraguay» y lo recordó como «el alma detrás» de la tradicional procesión con antorchas que se celebra cada Viernes Santo desde comienzos de los 90 en la localidad de Tañarandy, ubicada a unos 260 kilómetros al sur de Asunción.
El Centro Cultural de la República El Cabildo también lamentó la partida del artista, al recordarlo en X como un «referente fundamental en la fusión de la espiritualidad, el arte y la tradición» del país.
Tras su fallecimiento, la tierra natal de Ruiz, la ciudad de San Ignacio, en el departamento de Misiones (sur), declaró tres días de luto.
«Para nosotros como municipio es una gran pérdida», aseguró la intendenta de San Ignacio, Cristina Ayala, a la Radio Nacional de Paraguay.
Ayala agregó que el artista «dejó semillas» al formar a jóvenes que continuarán con su legado artístico.
Ruiz fue un pintor autodidacta que usó elementos naturales para crear obras como el ‘Altar del maíz’, de 40 metros de ancho y 17 de alto, elaborado con 32.000 mazorcas de maíz, más de 200.000 pequeños cocos y semillas, que sirvió de escenario para la misa que el papa Francisco ofició durante su visita al país, en 2015.
En 2018, realizó, con más de 70.000 rosarios, un retablo con el rostro de la monja María Felicia de Jesús Sacramentado Guggiari, conocida como «Chiquitunga», con motivo de su beatificación.
El artista recibió en marzo pasado la Orden Nacional del Mérito en el grado de Gran Cruz, la más alta distinción del país.