Madrid, 20 dic (EFE).- El Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) ha lanzado un informe en donde cifra en hasta 55 millones el número de vertebrados que pueden verse afectados cada año por infraestructuras de transporte que fragmentan sus ecosistemas, un problema que exige con «urgencia» medidas de conservación que protejan la biodiversidad y reduzcan la mortalidad de la fauna en carreteras.
Se trata del noveno informe de la serie «Documentos para la reducción de la fragmentación de hábitats causada por infraestructuras de transporte», con el título «Metodología para el estudio y análisis de la mortalidad de vertebrados en infraestructuras de transporte», una publicación pionera en su ámbito, posible gracias a la colaboración de cientos de voluntarios y a la validación científica de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC).
«Más que un resultado final, este documento supone una hoja de ruta para futuros estudios en los que se vayan reduciendo las limitaciones aquí mostradas. La implicación de un número importante de voluntarios ha sido crucial para obtener la información de partida para la elaboración de este documento», según el propio informe.
También han participado técnicos de la Administración General del Estado, del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, de la Dirección General de Tráfico del Ministerio del Interior, y de las comunidades autónomas, las diputaciones y los cabildos, a través del Grupo de trabajo de fragmentación de hábitats.
Según las estimaciones del trabajo, «entre 18 y 55 millones de vertebrados de los grupos que se pudieron evaluar están dentro de los valores de referencia existentes, si bien la ausencia de estimaciones para algunos grupos y la metodología seguida, de tipo conservativo, sugieren que los valores reales pueden ser aún mayores», de acuerdo al documento.
«Estas cifras revelan un panorama preocupante de la mortalidad vial en España, con millones de animales de diversos grupos funcionales afectados anualmente», según el documento, cuyos resultados se derivan del proyecto SAFE (Stop Atropellos de Fauna Amenazada en España), financiado y promovido por el Miteco.
«Si bien algunas especies pueden tener poblaciones grandes y resilientes, existen otras, especialmente aquellas ya en declive o con poblaciones pequeñas, que pueden estar en mayor riesgo debido a la mortalidad adicional causada por el tráfico», explica el informe.
Los datos ponen de manifiesto «la necesidad crítica de implementar medidas de conservación y mitigación para proteger la biodiversidad y reducir las muertes de fauna en las carreteras. La protección de estas especies no solo es crucial para su supervivencia, sino también para mantener el equilibrio ecológico y la salud de los ecosistemas».
Las infraestructuras de transporte pueden generar afecciones relevantes sobre los hábitats naturales (incluyendo su fragmentación), modificando su dinámica de funcionamiento. Además de los efectos derivados de dicha fragmentación, las vías suponen una causa de muerte directa por atropello o arrollamiento, pero también por colisión o atrapamiento con diferentes elementos de la vía (pantallas, vallas, cables, tensores, desagües, etc.).
Sin embargo, la información sobre la mortalidad de fauna ocasionada por el tráfico rodado es escasa y se encuentra dispersa en diversas fuentes. Solo la siniestralidad, entendida como colisiones con fauna que provocan daños materiales o personales, tiene una cobertura nacional y un seguimiento permanente que permite identificar las especies más afectadas y las áreas de especial riesgo.
Sin embargo, la magnitud del problema para los vertebrados que no provocan accidentes de tráfico (reptiles, anfibios y pequeñas aves y mamíferos) solo se conoce a partir de estudios a menor escala que, además, no suelen ser objeto de seguimiento a largo plazo.
Obtener cifras exactas del número de animales silvestres en un país es «un desafío debido a la variabilidad en las metodologías de estimación y la falta de datos completos». Algunos grupos no evaluados en el estudio comprenden especies de gran tamaño con una capacidad de movimiento considerable y baja densidad local, lo que hace que sus atropellos sean menos frecuentes y más difíciles de detectar.
En este contexto, el Miteco aprobó en julio la Estrategia de Desfragmentación de Hábitats Afectados por Infraestructuras Lineales de Transporte, con un marco estratégico y unas directrices para integrar la biodiversidad en el desarrollo de nuevas infraestructuras y mitigar los impactos negativos sobre la conectividad ecológica y la biodiversidad.