Sevilla, 15 dic (EFE).- El Betis digiere desde este viernes el varapalo ante el Rangers (2-3) en el Benito Villamarín, que le ha supuesto la eliminación de la Liga Europa y el exiguo premio de consolación de disputar la de Conferencia, y se pone manos a la obra para «limpiar la cabeza rápido», en expresión del centrocampista Marc Roca, y centrarse en la Liga.
Fiel a sus esencias, olvidadas por las exigencias de muchas de las nuevas generaciones, los verdiblancos se tiraron al callejón cuando más fácil lo tenían para clasificarse como primeros del Grupo C, para lo que les hubiera bastado un empate que finalmente hizo imposible el gol del jamaicano Kemar Roofe en el minuto 78 del partido.
El resto, hasta el final, y de ahí en adelante fueron cara de circunstancias ante la evidencia de que no se había cumplido el objetivo y, pese a los lugares comunes del tenor de «nos llegaron tres veces y nos hicieron tres goles», era y es palmario, como dijeron los protagonistas, que no se ha estado a la altura del compromiso y la competición.
El entrenador bético, el chileno Manuel Pellegrini, fue escueto y rotundo al calificar de «duro» el resultado de un partido que ha relegado a los verdiblancos a la Liga Conferencia, escaso consuelo cuando en las vísperas hubo quien, voluntarista y con elevadas dosis de optimismo, preguntaba por las posibilidades béticas de ganar la Liga Europa.
Junto a Pellegrini, otros jugadores abundaron en la sensación de «fracaso» que se vive en las entrañas del Villamarín como el lateral zurdo Juan Miranda, bético además de futbolista del Betis quien consideró que la noche negra ante el Rangers supone «un varapalo muy fuerte para el equipo y el club».
En idénticos términos se pronunció el delantero Borja Iglesias, quien calificó la eliminación como una «decepción muy importante» ante la que fue Marc Roca el que fue más allá al considerar que «hay que limpiar la cabeza rápido» y «pasar página» pensando en los duelos ligueros ante la Real Sociedad y el Girona.
Séptimo en Liga con 26 puntos, a tres de los donostiarras, los de Manuel Pellegrini empiezan este viernes a preparar el duelo del próximo domingo en San Sebastián con jugadores a los que se ha echado de menos en Liga Europa como el emergente central marroquí Chadi Riad, quien no fue inscrito en la lista de la UEFA.
Tampoco lo fue el mediocentro Sergi Altimira, llamado a tener muchos minutos como opción o como compañero de Marc Roca por la lesión en el peroné del argentino Guido Rodríguez, mientras que el central griego Sokratis Papastathopoulos no pudo ser inscrito por haber llegado a finales del pasado octubre para paliar el hueco dejado en el eje de la defensa por la lesión y operación de Marc Bartra.
Afronta el Betis sus dos compromisos hasta el parón navideño con las lesiones, además de la de Guido y Marc Roca, del portero chileno Claudio Bravo, el centrocampista francés Nabil Fekir y el lateral franco-senegalés Youssouf Sabaly, aunque para el duelo ante la Real Sociedad recupera a Héctor Bellerín una vez cumplida su sanción de un partido ante el Real Madrid.
Mientras menudean los análisis a toro pasado, en las tripas del viejo Villamarín son sabedores del concepto ‘petardo’ y en el del nuevo, de la necesidad de pasar página, de exigirse más, como aseveró Ayoze Pérez; y de levantarse, como mantuvo Isco Alarcón, sabedor de que «en el fútbol no se puede regalar ni un segundo, ni un minuto» y que, si lo haces, se les queda «esta cara», de circunstancias.
«No podemos quedarnos lamentándonos porque el fútbol no espera a nadie. Aún queda mucha temporada, tenemos que levantarnos», aseveró el de Arroyo de la Miel, como Marc Roca, «limpiar la cabeza rápido».
Carlos del Barco