Los «cazanazis» existen hoy y son activistas, no seres perversos, dice Sergio del Molino

El escritor español Sergio del Molino habla durante entrevista con EFE el 29 de abril de 2024, en Bogotá (Colombia). EFE/ Juan Diego López

Bogotá, 30 abr (EFE).- El antagonista de 'Los alemanes', novela ganadora del Premio Alfaguara 2024, se llama Ziv, un israelí dedicado a «cazar nazis», labor que sigue viva a día de hoy en todo el mundo y quienes la desempeñan, según el escritor español Sergio del Molino, «siguen existiendo pero no son seres perversos» como los de su relato.

Del Molino explica en una entrevista con EFE con motivo de su participación en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo) la función de estos grupos que se dedican a encontrar a antiguos nazis y miembros de las SS que estuvieron involucrados en el Holocausto: «Por ejemplo, aquí este abuelito plácido que ustedes ven, fue un jefe de Auschwitz».

Las organizaciones cazanazis a las que se refiere el escritor «forman parte de uno de los mayores trabajos historiográficos que se han hecho en los últimos veinte años en España (…) en Reino Unido los tenían fichadísimos, pero (Francisco) Franco, a pesar de saber perfectamente dónde estaban, nunca los entregó».

La novela 'Los alemanes' (Penguin Random House) cuenta la historia de uno de los capítulos más olvidados de la historia de España, la de un grupo de 600 alemanes que llegaron desde Camerún en 1916 y formaron colonias nazis en Alcalá de Henares, Pamplona y Zaragoza, ciudad en la que sucede la mayor parte de la obra a partir de una familia: los Schuster, propietarios de una fábrica de salchichas.

El «episodio anecdótico» que el escritor empezó a investigar hace años a modo de crónica traspasó las paredes del ensayo cuando obtuvo «el talento, la experiencia, las lecturas y el pensamiento suficiente para hacer la historia» que visualizó como una novela desde el inicio de las investigaciones.

El legado

El escritor español Sergio del Molino habla durante entrevista con EFE el 29 de abril de 2024, en Bogotá (Colombia). EFE/ Juan Diego López

La novela tiene uno de sus focos en el legado que los padres dejan a sus hijos sin necesidad de haber fallecido y explora los secretos familiares que persiguen a las generaciones más jóvenes que ignoran las decisiones de sus antepasados.

La narración comienza en un funeral en el cementerio alemán de Zaragoza, donde Del Molino comenzó a escribir inspirado por el espacio y donde además decidió concluir la historia, haciendo del montaje un recorrido circular por las vidas de las terceras generaciones de las familias alemanas asentadas en la ciudad española.

Los dos protagonistas son Fede y Eva, dos de los descendientes del legado Schuster perseguidos por sus fantasmas del pasado a través del «cazanazis» Ziv, quien de manera radical cree que «el nazismo se transmite por la sangre y que el hijo del nazi es igual de nazi que el padre», como dice en un momento de la novela.

En ese momento el israelí comienza una persecución mediática a los dos hermanos bajo su creencia de que son igual de culpables que su padre por las muertes que el Holocausto causó, y el autor confiesa que comprende las dos reacciones de los hermanos, pero no sabe cómo reaccionaría si estuviera en su situación: «Ambas respuestas son humanamente comprensibles».

La incomunicación familiar

El escritor español Sergio del Molino habla durante entrevista con EFE el 29 de abril de 2024, en Bogotá (Colombia). EFE/ Juan Diego López

Para el escritor, entre los muchos temas que tiene el libro, como la corrupción o la identidad, el que destaca es el de la familia y la falta de comunicación que hay entre padres, hijos y hermanos.

«Lo central es la incomunicación entre la familia y cómo tienen una imposibilidad de conocerse entre sí», dice Del Molino mientras describe algo único de la historia, la falta de redención final del padre, elemento que aparece en otras obras de la literatura universal como en 'Hamlet'.

Eva y Fede son dos adultos que mantienen vidas separadas y evitan el contacto con su todavía vivo padre, al que mantienen en estado vegetativo en su casa: «El hijo siempre acaba perdonando de alguna manera al padre, pero eso aquí no sucede para nada y los hijos no tienen ningún remordimiento al respecto», concreta el escritor.

Sergio del Molino está recorriendo las ferias del libro de Latinoamérica; estuvo la semana pasada en la de Buenos Aires y sus próximas paradas son Medellín y Ciudad de México.

Paula Cabaleiro