Madrid, 22 feb (EFE).- Los cinco pandas gigantes del zoo de Madrid se marcharán a China el próximo 29 de febrero al concluir el acuerdo de cesión con ese país que establece la vuelta de la pareja reproductora, que llegó a España en 2007, y de sus hijos nacidos en Madrid.
No obstante, el convenio se ha renovado y en los próximos meses llegará a España una nueva pareja de pandas jóvenes para continuar el exitoso proceso de colaboración técnica de conservación y cría entre la Asociación China para la Conservación de la Vida Silvestre y el zoo de Madrid.
El embajador chino en España, Yao Jing, y el alcalde Madrid, José Luis Martínez-Almeida, han asistido este jueves al acto de despedida de la familia de pandas y han coincidido en destacar los lazos de amistad entre España y China que permiten este tipo de acuerdos por los que China cede a algunos países amigos su «tesoro nacional».
Madrid, capital europea del panda gigante
Con cinco ejemplares, el de Madrid es en estos momentos, el zoológico europeo con más ejemplares de panda gigante.
Además, la solvencia técnica de los técnicos españoles ha permitido dos hitos en la conservación del panda fuera de las fronteras de su país, como el nacimiento en 1982 de Chu Lin, el primer panda nacido en cautividad fuera de China, o en 2010 el primer parto gemelar por inseminación artificial.
En 2007 llegaron la hembra Hua Zui Ba y el macho Bing Xing que desde entonces han sido padres de seis crías, tres de las cuales ya regresaron a la reserva protegida de Chengdu en 2013 al concluir su etapa de cría, como establece el convenio de cesión.
Ahora saldrán la pareja reproductora y sus hijos Chulina (2016) y los gemelos You You y Jiu Jiu (2021).
45 años del panda en España
Los primeros pandas gigantes llegaron a Madrid el 24 de diciembre de 1978 como regalo de las autoridades chinas tras la visita, unos meses antes, de los reyes Juan Carlos y Sofía a ese país, con el que España había restablecido relaciones diplomáticas en 1973.
Fruto de un proceso de inseminación a la hembra, Shao Shao, con semen de un panda del zoo de Londres, el 4 de septiembre de 1982 nació en Madrid Chu Lin, el primer panda nacido en cautividad por inseminación artificial fuera de China, que llegó a ser considerado en el libro Guinness de los récords como «el animal más valioso del mundo».
Tras la muerte de Shao Shao en 1983, Chu Lin y su ‘padrastro’ Chang Chang convivieron durante años en Madrid para sorpresa de los expertos, ya que la convivencia entre dos machos es inusual en esta especie.
En 1995 murió Chang Chang y seis meses después lo hizo Chu Lin y no volvió a haber pandas en España hasta 2007.
La diplomacia del panda
China considera al oso panda su tesoro nacional y desde el siglo VII ese país lo ha convertido en embajador y prueba de amistad en las relaciones internacionales.
Sin embargo, la expresión «diplomacia del panda» no se acuñó hasta 1972 cuando China regaló a Estados Unidos dos ejemplares tras la visita del entonces presidente norteamericano Richard Nixon a Pekín.
El papel que juegan los pandas en las relaciones internacionales de China es tan evidente que, a finales de 2023, la repatriación de la osa Ya Ya desde el zoo de Memphis y de otros tres ejemplares desde Washington, supuso una tensión diplomática casi tan significativa como la llamada a consultas de un embajador humano.
Las relaciones China-Estados Unidos atravesaban entonces por uno de sus peores momentos.
Varias organizaciones ecologistas habían denunciado el estado en el que se encontraba Ya Ya en el zoo de Memphis y en China hubo una amplia campaña en redes sociales pidiendo su salida de Estados Unidos.
En otra decisión política, el presidente chino Xi Jimping anunció en noviembre, en el marco del Foro de Cooperación Asia-Pacífico, que se reanudaría el envío de pandas a Estados Unidos.
Ahora, a la vez que se renueva la cooperación con Madrid, las autoridades chinas parecen dispuestas a retomar las relaciones con Estados Unidos con acuerdos con los zoológicos de San Diego y Washington.
La protección del panda
Desde los años ochenta China sumó al carácter diplomático del envío de sus pandas fuera del país, el de conservación de la especie, firmando convenios de protección de la especie.
El panda gigante, símbolo de la protección de la naturaleza, es una especie de la que se cuentan unos 1.900 ejemplares en libertad en las reservas chinas y 728 en cautividad fuera del país, según los últimos datos de las autoridades chinas.
Gracias a esos programas de cría y conservación en China y en zoológicos como el de Madrid, pasó en 2016 de ser una especie «en peligro» a ser considerada «vulnerable», una rango inferior en la clasificación de riesgo de extinción.
Una de las razones de la fragilidad de los pandas es el hecho de que las hembras tienen un período de celo de solo dos o tres días en primavera, lo que dificulta notablemente su reproducción.
También su dependencia del bambú como elemento fundamental de su dieta; un ejemplar adulto puede consumir unos 50 kilos al día.
La mitad de las tasas que pagan los países occidentales que tienen cedidos ejemplares de pandas se destina a los programas de conservación y reforestación de los bosques de bambú, que son el hábitat natural de estos animales.