Madrid, 13 dic (EFE).- Mariano, uno de los propietarios de los cuatro puestos del Mercado de Torrijos que no pueden abrir desde el lunes por unas obras que la socimi Numulae, propietaria mayoritaria del inmueble, va a acometer para hacer un gimnasio, ha podido acceder este miércoles a su negocio para salvar los 10.000 euros de género que se acumulan desde su cierre forzoso.
“Hoy nos dejan entrar para sacar cosas. Luego me dejarán volver a pasar pero para sacar más cosas. Nada más”, lamenta Mariano, que va a llevar la mercancía -haciendo hueco también para la de algún compañero- a un almacén que tiene en otro mercado con la intención de “ir sacando poco a poco” a la venta los 10.000 euros que calcula tener entre jamones, carne, chorizo o lomo.
Él y los compañeros de los otros tres comercios de la planta superior -otra carnicería, una charcutería y una pollería-, ha podido acceder finalmente a su negocio para vaciarlo este miércoles, después de un intento infructuoso el día anterior.
Así, a los pies de una de las escaleras capada para comerciantes y clientes, se han ido apilando cajas y cajas con productos frescos mientras clientes habituales se acercaban a mostrar su indignación. “Es que te están echando de tu negocio” o “éstos son los grandes capitales”, se ha escuchado.
Según denuncian, fue el pasado 5 de diciembre, a las puertas del puente de la Constitución, cuando Numulae envió un burofax a los cuatro comercios de la planta de arriba -abajo aún resisten otros cuatro negocios que temen correr en unos meses la misma suerte- avisando de que este lunes no se podría acceder a la planta, donde comenzarían las obras.
Lo ven como la “maniobra definitiva” para que la socimi, que “se ha hecho de forma ilegal con el control de casi todo este icónico mercado”, consiga su “propósito” de que las instalaciones queden libres para emprender su proyecto empresarial.
El mismo lunes, los tenderos se personaron en el Mercado de Torrijos, en el distrito de Salamanca, y pudieron entrar a la planta superior, tapiada con paneles de pladur, con la Policía Nacional, y su representante legal presentó una denuncia en el Juzgado de Guardia pidiendo medidas cautelares para que se retire el “muro” y que comerciantes y clientes puedan seguir comprando y vendiendo.
Mariano, que subraya que “no tiene mucho sentido” que “con una licencia de obra consideren echarte”, también argumenta el rechazo generalizado de los comerciantes de la primera planta para aceptar la oferta que les ha hecho la socimi de trasladarse a otros puestos de la planta de entrada del mercado.
“Los puestos de ahí son de juguete. Eso no es una tienda, eso es de quita y pon. Además de que tampoco nos han garantizado nada, ni qué va a pasar dentro de seis meses», asegura el comerciante.
Estrella Gordo López, portavoz del grupo de comerciantes del Mercado de Torrijos, tiene una frutería en la parte de abajo, donde siguen abriendo, además de su negocio, otra frutería, una peluquería y un bar.
“De momento podemos estar aquí pero está clarísimo que en cuatro, cinco meses, lo que tarden en demoler la planta de arriba, harán lo mismo con los que estamos abajo. Yo estoy viendo esto y sufro por mis compañeros, y porque sé que dentro de nada, a corto plazo, voy a estar yo en su misma situación”, augura, dado que, dice, los planes de Numulae pasan por hacer arriba un “gimnasio de alto standing” y abajo un supermercado y una zona “gourmet”.
La situación, subraya, es “muy triste” y espera que «algún día la justicia les dé la razón».
“Si en primera instancia no lo hace se recurrirá, iremos hasta el final, hasta donde haya que ir» asegura la frutera.