Madrid, 5 may (EFE).- El tiempo que los menores dedican a las plataformas y aplicaciones digitales ha bajado tras los momentos más duros de la pandemia y los sucesivos confinamientos, pero todavía pasan unas cuatro horas de media diarias conectados a las pantallas fuera de las aulas.
Utilizan sobre todo Youtube, Prime Video y Netflix como plataformas de vídeo; WhatsApp, Zoom y Discord como aplicaciones de comunicación; Tik Tok, Instagram y Snapchat como redes sociales; y los videojuegos más populares entre ellos siguen siendo Roblox y Brawl Stars.
Los datos se ponen de relieve en el estudio «Del cambio a la adaptación: viviendo y aprendiendo en un mundo digital», elaborado por Qustodio, una plataforma especializada en la seguridad y control digital para las familias con más de cuatro millones de usuarios en el mundo, tras analizar las respuestas anónimas proporcionadas por 400.000 familias con hijos entre 4 y 18 años.
El trabajo radiografía las tendencias y el uso digital durante 2021 en tres países (España, Estados Unidos y Reino Unido), las horas que pasan ante las pantallas, las redes que más usan, si ha disminuido su uso tras la pandemia, si son conscientes -ellos y sus familias- de los riesgos asociados, cómo afecta a su actividad física o si esa tecnología contribuye o no al aprendizaje.
El responsable de esta plataforma, Eduardo Cruz, ha explicado hoy, durante la presentación en Madrid del informe, que los efectos a largo plazo de la dependencia tecnológica y de los hábitos que han adquirido estas generaciones desde que comenzó la crisis sanitaria todavía se desconocen, pero ha adelantado algunas de las consecuencias positivas y negativas de la hiperconectividad que ya exponen las familias.
Las negativas: la mayoría de las familias (un 75 por ciento) ya ha comprobado que el abuso de los dispositivos digitales afecta negativamente a sus hijos; que han reducido su actividad física; que están más «aislados»; y que les altera las rutinas de sueño.
Las positivas: las familias perciben cómo mejoran sus capacidades tecnológicas; que el uso de muchas aplicaciones y dispositivos mejora el aprendizaje; que tienen más autonomía para investigar y explorar nuevas ideas; y que estas herramientas mejoran la socialización de los menores.
Desde que comenzó la «nueva normalidad» los menores pasan una media de cuatro horas diarias conectados a una pantalla fuera de las aulas, lo que supone casi 1.500 horas al año -la mitad del tiempo que dedican a dormir-, según pone de relieve este estudio.
Las plataformas de vídeo más usadas por los menores son Youtube, Prime Video, Netflix, Disney +, Movistar + y Twitch; ésta última experimentó una importante caída -del 26 por ciento- el pasado año, tras el espectacular aumento -del 150 por ciento- qué había registrado en 2020.
Entre las redes sociales, las más utilizadas por los menores siguen siendo Tik Tok, Instagram, Snapchat, Twitter y Pinterest.
Roblox continuó en 2021 siendo el videojuego preferido de los menores, y por primera vez lo fue también en España, donde desbancó a otro juego, Brawl Stars, que se situaba como el preferido de los niños y los más jóvenes desde el año 2019.
El estudio revela además que el auge de las aplicaciones educativas que provocó la pandemia se ha mantenido en Estados Unidos y Reino Unido, en los que incluso ha crecido su uso, pero en España se ha producido ya un descenso del 25 por ciento en la utilización de estos servicios.
Los datos apuntan que de unos 12 minutos al día que dedicaban los menores a esas aplicaciones y plataformas educativas en España se ha pasado a 9 minutos.
Entre las redes sociales más directamente empleadas para la socialización digital, la favorita de los más jóvenes en estos países es WhatsApp, seguida de Zoom, Discord, Skype y Google Hangouts, y en general el uso de las aplicaciones de comunicación ha crecido un 150 por ciento más que el de las redes sociales en los tres países en los que se ha focalizado el estudio.
El estudio que ha realizado esta plataforma revela además que muchas de las plataformas o redes más utilizadas por los menores en esos países (Youtube, Tik Tok o WhatsApp) son también las más bloqueadas por los padres que ejercen un control parental sobre lo que hacen sus hijos menores en el entorno digital.