Los operadores ferroviarios SNCF y Renfe, de socios a competidores

Imagen de un tren de Ouigo en Valencia. EFE/ Ana Escobar

Madrid, 6 dic (EFE).- La liberalización del transporte ferroviario de viajeros en España ha llevado a la ruptura de la colaboración que mantenían desde hace nueve años los operadores públicos francés SNCF y español Renfe en la explotación de tres líneas de alta velocidad entre ambos países: Barcelona-París, Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella.

A partir del próximo 11 de diciembre, las dos compañías dejarán de ser socias para convertirse en competidoras, aunque no en igualdad de condiciones, porque mientras SNCF continuará prestando servicio entre Barcelona y París en solitario desde ese mismo día, Renfe aún está a la espera de los permisos pertinentes de las autoridades galas para poder seguir operando por su cuenta en Francia.

Por tanto, a partir del próximo domingo, se suspenderán las líneas Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella hasta que Renfe pueda retomarlas, un proceso supeditado a trámites técnicos y administrativos que llevará varios meses.

Aunque Renfe espera conseguir la licencia y el certificado de seguridad «en un tiempo récord», tras su obtención, se iniciarán los itinerarios formativos para el personal operativo que durarán entre 4 y 5 meses y, solo una vez finalizados éstos, la compañía estará en condiciones de comenzar la explotación comercial en las rutas con Lyon y Marsella.

DE LA MANO DESDE 2013

Las dos empresas crearon en 2013 la sociedad Elipsos, a través de la cual y bajo la marca Renfe-SNCF en Cooperación operaban las tres rutas transfronterizas, sumando más de 5,5 millones de viajeros, una colaboración que parecía no haberse visto afectada por la entrada de SNCF en competencia directa con Renfe en el mercado español en mayo 2021.

Sin embargo, nueve meses después, en febrero pasado, SNCF comunicó a Renfe su decisión «unilateral» de disolver la sociedad conjunta, una vez que su servicio de alta velocidad de bajo coste Ouigo, con el que opera actualmente desde Madrid a Barcelona y Valencia estaba consolidado en el mercado español, según fuentes de la compañía española.

La razón esgrimida por la gala fue la falta de rentabilidad de las líneas internacionales, una explicación que Renfe no compartía en la medida en que existía, a su juicio, una expectativa de recuperar la demanda internacional, lastrada en los dos últimos años por la pandemia.

A corto y medio plazo, consideraba que ambas compañías estaban en condiciones de obtener el equilibrio financiero, así como de estudiar la entrada en nuevos negocios, para seguir prestando servicio en los tráficos internacionales.

Después de que SNCF comunicara su decisión, Renfe activó todos los mecanismos para operar en solitario entre España y Francia: solicitud de certificado de seguridad; incorporación progresiva de maquinistas y personal de intervención; creación de estructura comercial, operativa y de gestión, y petición de surcos Barcelona-Lyon y Barcelona-Marsella.

En cuanto al servicio Lyon-París, una de las rutas más populares del país, las autoridades galas nunca han homologado sus trenes a pesar de ser franceses, aunque Renfe sigue teniendo interés en el mismo y lo podrá intentar con otro material rodante (el Avril de Talgo).

Las tres líneas transfronterizas contaban con una frecuencia de ida y vuelta diaria, operadas a París con el tren Euroduplex de SNCF (el mismo modelo con el que circula Ouigo en España), y a Lyon y Marsella, con el S-100 de Renfe, ambos del fabricante francés Alstom.

Con el inicio de las operaciones en solitario a París, la ruta ganará en frecuencias, ya que SNCF ofrecerá, con su marca Inoui, dos de ida y vuelta diarias, a las que se sumará una tercera en verano de 2023.

LIBERALIZACIÓN A DIFERENTES VELOCIDADES

España reclama desde hace tiempo reciprocidad al resto de los países de la Unión Europa a la hora de dar entrada a terceros operadores y califica de injustificables los obstáculos a la liberalización en algunos de ellos.

En opinión de Renfe, Francia no aplica la reciprocidad en cuanto a facilidades para este proceso como sí se ha hecho en España, donde circulan ya dos nuevos operadores (SNCF con Ouigo e Iryo, participado por Air Nostrum, Globalvía y Trenitalia), en tanto que Trenitalia es el único que ha entrado en el mercado galo desde la apertura de las líneas de alta velocidad a la competencia a finales de 2020.

El operador público transalpino, que empezó a operar en Francia hace un año, ofrece cinco viajes de ida y vuelta diarios entre París y Lyon y dos a Italia.

A Renfe no solo le interesa en Francia la red de alta velocidad, sino también las líneas regionales (como por ejemplo de Grand-Est o Hauts-de-France), donde se multiplican las convocatorias para los lanzamientos comerciales previstos entre 2024 y 2040.