Brasilia, 7 nov (EFE).- Delegaciones de los parlamentos de los países del G20 inauguraron este jueves en Brasilia su décima cumbre, en la que durante dos días debatirán su papel en el combate a las desigualdades que conspiran contra los objetivos de desarrollo consensuados en la ONU.
«Las metas de desarrollo sostenible establecidas en la Agenda 2030 están amenazadas» por «una dura realidad mundial» que incluye guerras, conflictos de diversa naturaleza, persistentes dificultades económicas y crecientes desigualdades, declaró la presidenta de la Unión Interparlamentaria (UIP), la tanzana Tulia Ackson.
La cumbre parlamentaria (P20) del grupo que reúne a las mayores economías del mundo centrará sus debates en la agenda planteada por la presidencia brasileña de la organización, que tiene como ejes el combate al hambre y a todas las desigualdades, la promoción del desarrollo sustentable y la reforma de la gobernanza global.
Ackson afirmó que «todos esos temas están interconectados» y subrayó la importancia de los parlamentos para «hacer realidad los compromisos internacionales en las realidades nacionales», en el marco de «un plan colectivo para un mundo más justo», como calificó a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
El presidente del Senado brasileño, Rodrigo Pacheco, destacó que aún cuando sus decisiones no son vinculantes, las recomendaciones del G20 «tienen impacto en el destino de todas las naciones», pues el grupo representa «el 85 % del PIB mundial, el 75 % del comercio internacional y dos tercios de la población del planeta».
La cumbre parlamentaria, que concluirá este viernes, tendrá dos sesiones de trabajo, en las que se debatirá también la contribución de los poderes legislativos para una transición ecológica justa e inclusiva, y la cooperación internacional frente a los desastres naturales y los provocados por la acción del ser humano.
En una reunión previa a la cumbre parlamentaria celebrada este jueves, fue aprobado un documento que insta a las mayores economías del mundo a promover una mayor participación de las mujeres en la política, tanto en ámbitos nacionales como globales.
El texto contiene recomendaciones para los miembros del G20, que incluyen la adopción de legislaciones que fortalezcan los derechos de las mujeres, amplíen la financiación pública para promover su inclusión en el mercado laboral y combatan la violencia machista, entre muchos otros objetivos.
Ese documento, y una declaración conjunta que será adoptada este viernes, serán presentados a los líderes del G20 durante la cumbre que celebrarán los próximos 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro, al cabo de la cual Brasil le traspasará la presidencia rotativa de esa organización a Suráfrica.
