Los partidos españoles, expectantes ante las cruciales elecciones de EE.UU.

Combo de archivo de dos fotografías de la vicepresidenta estadounidense y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris (i), y su rival republicano, el expresidente Donald. EFE/ Rebecca Droke / Jim Lo Scalzo

Alicia López

Madrid, 3 nov (EFE).- Los principales partidos políticos miran con gran interés las elecciones en Estados Unidos del próximo 5 de noviembre, con un reñido pulso entre Kamala Harris y Donald Trump, y analizan qué consecuencias puede tener para España la victoria de uno u otro candidato.

Ambos representan posicionamientos ideológicos radicalmente opuestos y con distintas maneras de afrontar su relación con Europa, y, en consecuencia, con España, lo que podría incidir en algunos aspectos de las relaciones bilaterales, aunque, en todo caso, éstas son muy sólidas.

Desde el partido de gobierno, el portavoz de Exteriores del PSOE, Sergio Gutiérrez, tiene claro que Harris «es una aliada mientras que Trump representa una amenaza» en muchos aspectos, también en el comercial.

Recuerda en este sentido que durante el primer mandato del candidato republicano «ya hubo problemas» al imponer aranceles a productos agroalimentarios y manufacturados procedentes de España, que tiene a Estados Unidos como su segundo socio comercial.

En una entrevista con EFE, sostiene que Harris es una aliada de España para las políticas internacionales que defiende el Gobierno y está seguro de que mantendrá la relación bilateral «desde un plano de igualdad».

Al contrario de lo que sucedió cuando coincidieron José María Aznar y George Bush hijo, «supeditada a lo que marcaba EEUU especialmente en su obsesión con el eje del mal e Irak», señala poniendo en valor que la relación ahora es muy estrecha, «basada en un trato de igual a igual, y eso se nota».

Y pone como ejemplo, entre otras cosas, la cumbre de la OTAN en Madrid de 2022: «Eso indica el grado de complicidad entre dos socios».

En el plano internacional, el dirigente socialista centra el foco en este ambiente de elevada tensión en Oriente Medio y aunque EE.UU. es un apoyo indiscutible de Israel, advierte de que con un nuevo mandato de Trump se «pueden desequilibrar los difíciles posicionamientos».

Además, cree que Harris «es garantía de poder avanzar más» en las relaciones y de afrontar los problemas «con diplomacia y respeto mutuo, y con Trump es algo difícil de prever, siempre hay menos margen».

Por su parte, el Partido Popular mantiene una posición más equidistante al subrayar que espera del 5 de noviembre que el elegido se comprometa con «la histórica relación trasatlántica que han tenido, comprometido con la OTAN y con Europa» y que siga siendo un país aliado y amigo de España, «defensor del libre comercio y de los derechos humanos».

En ello pone el acento el portavoz de Exteriores del PP, Carlos Floriano, al explicar a EFE que, sea quien sea el nuevo presidente estadounidense, se puede mejorar en el terreno del libre comercio y en la cooperación económica.

Según Floriano, EEUU siempre ha sido «un socio comercial importante y mantener y mejorar esas relaciones es fundamental para nuestra balanza de pagos, generar empleo y riqueza».

Al PP también le parece importante de cara a la nueva Administración «buscar una fórmula para tener una autonomía estratégica» en materia de defensa que en este momento Europa no tiene, pero eso no tiene que ser «un obstáculo» -subraya- para que España y la UE puedan mantener «una relación de cooperación muy estrecha dentro de la Alianza Atlántica».

En opinión de Floriano, la colaboración comercial y en defensa, aparte del «respeto a los principios y valores de la UE» deben formar parte de la agenda de EEUU y piensa que eso se va a ver reflejado en las urnas el próximo martes: «eso nos vendrá muy bien a todos».

Sumar, el socio de los socialistas en el Gobierno, piensa que si gana la aspirante demócrata habrá una continuidad en las relaciones, que con Joe Biden han sido «muy positivas», mientras que con el republicano «probablemente habría fricciones».

Tiene un perfil «de extrema derecha, muy centrado en una visión interna aislacionista en política exterior y no hay empatía», sostienen fuentes responsables de internacional del partido.

De todas maneras, aseguran que las relaciones bilaterales están muy asentadas: «España no es un Estado problemático» para EEUU y con Trump tampoco hubo «choques relevantes» al margen de la imposición de aranceles, que fue una derivada colateral de las relaciones con Europa.

En este contexto, las mismas fuentes explican que no hay ningún asunto inmediato pendiente ni ningún acuerdo en proceso de renegociación «ni de choque con la UE».

Sí habrá que abordar en algún momento, dicen, la actualización de los acuerdos de defensa generales, que afectan sobre todo a la base de Rota (Cádiz), «pero no corre mucha prisa» porque se trata básicamente de ponerlo al día.

Por tanto, no esperan un giro de guión si Harris llega a la Casa Blanca pero tampoco «grandes cambios de perspectiva» si lo consigue Trump, aunque puede haber «conflictos ideológicos».

Sin embargo, desde otra óptica, en Vox no dudan de que una victoria de Kamala Harris, a quien señalan como «la candidata del PSOE y del PP», sería peligrosa para la seguridad mundial.

Lo dice su portavoz de Exteriores, José María Sánchez, porque su política, sostiene, es «muy belicista y podría arrastrar a España a intervenciones en conflictos bélicos a través de alianzas multilaterales».

En cambio, destaca de Trump que «por encima de todo» defienda los intereses y la soberanía de su nación y ve otra ventaja en su victoria, su capacidad «de llegar a convencer a Putin y Zelenski de llegar a una paz negociada» en Ucrania.