Los poetas Edwin Madrid y Aleyda Quevedo ven a la poesía como un «gran refugio» de escape

La poeta ecuatoriana Aleyda Quevedo participa en entrevista, este jueves en la Universidad de Panamá, en Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/Carlos Lemos

Ciudad de Panamá, 7 nov (EFE).- Los poetas ecuatorianos Aleyda Quevedo y Edwin Madrid conciben la poesía y la escritura como el «gran refugio» o «campo de salvación», bien sea, por un lado, para escapar, o por el otro, para ser críticos de los graves problemas que acucian al mundo.

Ambos autores lo afirmaron de esa manera en una entrevista con EFE a partir de sus más recientes poemarios, que presentaron durante el recital 'Poesía de la línea imaginaria' junto a otros poetas panameños en la estatal Universidad de Panamá, el primero, titulado 'Ejercicios en aguas profundas' de Quevedo, y 'La novela de mi poesía' de Madrid.

Compuesto por 60 poemas y publicado en Colombia por la editorial Gamar Editores, el libro de Quevedo indaga en la comparación del significado de bucear en las diversas capas de la escritura con las diversas capas del océano, y lo que implica el agua salada y la metáfora de sumergirse sin equipo de respiración, «algo así como sucede con la inmersión en el lenguaje que realiza el poeta cuando va a escribir», dijo la autora.

Este libro, «a propósito de la coyuntura actual, sociopolítica, económica y de violencia que viven nuestros países, especialmente el mío, Ecuador, plantea que justamente la metáfora de sumergirse constantemente es para, de algún modo, escapar dentro de estas aguas subterráneas porque en la superficie el mundo apesta», agrega.

«Siempre pienso que el arte, las artes literarias en este caso, son eso, son un gran refugio que nos permite no solo escapar, sino quizá pensar, reflexionar y tratar de hallar una respuesta distinta, más crítica, una mirada más aguda a lo que está pasando en nuestros países», afirmó Quevedo (Quito, Ecuador, 1972).

Desde la escritura «podemos plantear que otro mundo podría ser distinto», agregó la escritora, periodista, gestora cultural, curadora y ensayista ecuatoriana, autora de cerca de una docena de libros y que en 1996 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade con su libro 'Algunas rosas verdes'.

 

El poeta ecuatoriano Edwin Madrid habla durante una entrevista con EFE, este jueves en la universidad de Panamá, en Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/Carlos Lemos

La pandemia y la muerte en la poesía

La poeta ecuatoriana Aleyda Quevedo, firma un autógrafo durante una entrevista con EFE, este jueves en la universidad de Panamá, en Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/Carlos Lemos

Los elementos que involucran un lenguaje híbrido relacionado con la poesía, la narrativa, la no ficción y la crónica de un diario íntimo entran en juego en el nuevo libro del bardo ecuatoriano Edwin Madrid (Quito, Ecuador, 8 de noviembre de 1961), titulado 'La novela de mi poesía'.

En esta obra, el autor suramericano, ganador en el 2004 de la cuarta edición del Premio de Poesía de la Casa de América de Madrid con el manuscrito 'Cuarenta y cuatro ecuatorianas', que finalmente fue publicado bajo el título de 'Mordiendo el frío', revisa cuándo comenzó a escribir, lo que significa y cómo ha estado vinculada su vida con la poesía y cómo lo ha ido resolviendo.

También, en esta creación, Madrid maneja el tema de la muerte, la de su madre, y el contexto de la pandemia, es decir, la muerte a nivel social; «esos elementos que involucran la manera como yo he desarrollado mi trabajo literario están ahí en este libro», indicó.

El poeta ecuatoriano recuerda que el momento de la pandemia fue de mucho desconcierto y de temor por el desconocimiento de la enfermedad, la cual, dijo, mostró una fragilidad de la vida y una sensibilidad muchísimo más humana a raíz del confinamiento, «precisamente para reconocernos que ante la muerte todos seremos iguales y propensos a ello».

Pero lamentó que con el paso de los años y con «ciertas certezas sobre el descubrimiento del virus y cómo se le podía tratar (…), esa sensibilidad se fue dejando de lado y olvidada prontamente», dando paso a la «voracidad que tiene una sociedad de consumo», entre otras cosas.

«Entonces fue solamente coyuntural ese sentimiento de fragilidad que se tuvo», remarcó el vate ecuatoriano, para quien la poesía «siempre va a estar al lado del ser humano».

Fabio Agrana