Madrid dedica 72 millones a adecuar la estación de aguas residuales de Rejas

El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante. en una imagen de archivo. EFE/ Ballesteros

Madrid, 19 may (EFE).- El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este jueves abordar la adecuación y mejora de la Estación Regeneradora de Aguas Residuales (ERAR) de Rejas, tras la declaración de toda la cuenca del río Jarama como zona sensible, con una actuación que costará 72,5 millones de euros y que se enfoca a reducir los niveles de vertido de la estación al rio.

Para ello, en la Junta de Gobierno se ha autorizado este jueves el contrato mixto de redacción del proyecto y ejecución de las obras, ha anunciado en la rueda de prensa posterior el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante.

La ERAR de Rejas entró en funcionamiento en 1984, dentro del Plan de Saneamiento Integral de Madrid (PSIM), y fue diseñada para cumplir los límites de vertido en zona no sensible.

Sin embargo, ha sido la actual declaración de la totalidad de la cuenca del Jarama como zona sensible la que ha llevado al Consistorio a acometer este “acondicionamiento integral” de sus instalaciones mediante una reforma integral de su tratamiento biológico.

ACTUACIONES PREVISTAS

Los trabajos, que se llevarán a cabo con la instalación en funcionamiento, comenzarán a finales de año y cuentan con un plazo de ejecución de 63 meses, de los que tres son para la redacción del proyecto y 60 meses para la culminación de la obra; y se actuará en la línea de aguas, línea de fangos y en la de biogás, al tiempo que se llevarán a cabo acciones e instalaciones complementarias.

De forma paralela a la redacción del proyecto de construcción, se llevarán a cabo estudios específicos sobre desodorización, con el fin de determinar los sistemas más adecuados a instalar en función del caudal de aire y las características de los contaminantes.

También se trabajará para garantizar la dispersión y dilución de los olores en el exterior y se emprenderá un estudio acústico para comprobar los niveles sonoros emitidos por los equipos de la estación, así como la situación idónea de su aislamiento.

Previo a todo ello se realizará un estudio anterior para conocer la contaminación del suelo.