En la Plaza del Conde de Miranda, oculto bajo una apariencia de casa noble, encontramos el Convento de las Carboneras, fundado por Beatriz Ramírez en 1607.
El nombre de esta edificación es en realidad Convento de las Jerónimas del Corpus Christi, pero se conoce como Convento de las Carboneras gracias a un cuadro de la Virgen Inmaculada que se encontró en una carbonera y se donó al lugar. La virgen del cuadro se llamó popularmente la Carbonera y, a las habitantes del convento, por consiguiente, las Carboneras.
Cuenta también con un curioso cuadro de Vicente Carducho. Está dedicado a la Última Cena. En él se puede apreciar la imagen de Jesucristo presidiendo la mesa y los apóstoles a los lados. El cuadro está en el altar mayor.
La leyenda cuenta que, al morir Beatriz Ramírez, regresaba todas las noches al refectorio para rezar el rosario con las monjas
Beatriz Ramírez murió y, después de fallecida, seguía acudiendo al convento para rezar con las Carboneras. Estas, a su vez, tenían una curiosa costumbre. Cuando una monja moría, se sentaba una calavera a la mesa con un paño negro junto a los cubiertos en lugar de una servilleta. Después, se le servía la comida, que se entregaba al primer pobre que pasara por allí.
Dejando a un lado estas leyendas, el Convento es extremadamente conocido por los dulces que preparan sus hermanas. Es tan fácil como acercarte a las Carboneras, llamar al telefonillo y esperar a que una amable monja te abra la puerta. Al traspasar la puerta, accedes a lo que en otro tiempo fueron las caballerizas. Para llegar al torno tienes que pasar dos patios pequeñitos. Tras el torno, te atiende una de las hermanas a la que, por supuesto, no puedes ver debido a su condición de clausura. A continuación, solo tienes que hacer tu pedido de pastas. Ya tienes en tus manos la deliciosa tradición del Convento.
Este edificio es Bien de Interés Cultural desde 1981. La Iglesia se puede visitar siempre. Merece la pena porque, además de apreciar un edificio del siglo XVII, puedes hacerte una pequeña idea de lo que es un convento de clausura.
Cómo llegar
Desde Ópera (Ramal Príncipe Pío-Ópera), son 6 minutos andando
Autobús número 500 en Virgen del Puerto-campo del Moro (a 3 minutos de Príncipe Pío) hasta Arrieta-ópera. Después, caminar 7 minutos
Y la semana que viene, te contamos las leyendas de la Real Casa de Correos