El pasado día 16 de abril, muchos madrileños pudieron ver por la noche un fenómeno astrológico. Una estrella fugaz que fue captada por muchos de los habitantes de la capital y que en poco tiempo se hizo viral en las redes sociales tras que muchos usuarios compartieran vídeos e imágenes.
La bola de fuego que cruzó el cielo de Madrid no es precisamente un meteorito como muchos lo interpretaron. Los expertos explican que es un fenómeno poco común, pues no se trata de una roca que entrara en la atmosfera terrestre, sino que se trata de partículas de polvo de un cometa.
En concreto, se trata de fragmentos del cometa denominado como C/1816 G1 Tatcher hallado en 1861 y que orbita entorno al Sol cada 415 años. Los expertos explican que este cometa deja a su paso una estela de polvo que la noche del viernes rozó con la atmósfera y prendió fuego.
Desde el ámbito de la astrología señalan que durante estos días no serán las únicas partículas del cometa que entren en contacto con la atmosfera de la Tierra. Así, estos fragmentos forman parte de la lluvia Líridas que suelen caer todos los años durante el mes de abril.
El recorrido
Los pequeños fragmentos del asteroide no solo sobrevolaron en cielo de Madrid. La estrella fugaz cruzó la Península Ibérica desde Galicia hasta Madrid. El fenómeno entro en la atmosfera desde Lugo, a unos 85 kilómetros de la corteza terrestre. Después recorrió a unos 60.000 kilómetros por hora Castilla y León. Finalmente llegó a la Comunidad de Madrid, donde empezó a ganar altura de nuevo y a alejarse de la Tierra.
El hecho de que solo rozara la atmósfera hace que desde la comunidad científica se descarte llamarlo meteorito. Este nombre se reserva para cuando son rocas que se desintegran en la atmosfera. Por lo tanto, lo que comúnmente se conoce como estrella fugaz, en este caso es un bólido rozador, un fenómeno poco común.