Marcar distancias con Colau, relación con el Rey y agenda intensa:los 100 días de Collboni

El alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, en una fotografía de archivo. EFE/ Quique García

Por Matilde Pont

Barcelona, 23 sep (EFE).- Este lunes, 25 de septiembre, se cumplen 100 días de la investidura in extremis del socialista Jaume Collboni como alcalde de Barcelona gracias al voto de los concejales del PSC, Barcelona en Comú y, en el último suspiro, del PP.

Un inédito inicio de mandato con el que el PSC recuperó la alcaldía de la capital catalana tras un paréntesis de 12 años, aunque en los dos mandatos pasados gobernó en coalición con los comunes de Ada Colau.

Una agenda intensa, iniciar una nueva etapa marcando distancias con Ada Colau, normalizar las relaciones con la Corona, dar respuesta a las principales demandas ciudadanas y poner en situación de espera cualquier maniobra para ampliar su gobierno. Estas son las claves de los primeros 100 días de Collboni al frente del Ayuntamiento:

1.- ACTIVIDAD INTENSA

Con un arranque en plena precampaña de las elecciones generales, el nuevo gobierno local y la nueva oposición se olvidaron de hacer vacaciones.

A la espera de los pactos en Madrid, Collboni no ha puesto el énfasis en ampliar su gobierno a otras formaciones pero sí ha puesto en marcha la maquinaria municipal con sus 10 concejales. Para ello ha tirado de su experiencia de gobierno, el asesoramiento de expertos y una actividad intensa.

Es lo que él ha llamado «anar per feina», una expresión catalana de difícil traducción al castellano que equivale a «ponerse manos a la obra», sin perder el tiempo.

Lo primero: Collboni ha dado órdenes para que la reforma de la Rambla concluya en el 2027, tres años antes de lo inicialmente previsto por su predecesora, Ada Colau.

2.- MARCAR UNA NUEVA ETAPA POST-COLAU

Y es que Collboni, que fue primer teniente de Ada Colau en sus gobiernos de coalición entre comunes y socialistas, se ha esforzado en sus primeros 100 días en marcar perfil y dejar claro que con él empieza una nueva etapa.

El nuevo alcalde también se ha distanciado de los comunes en la reserva del 30% para vivienda protegida. En este terreno se ha alineado con los postconvergentes de Xavier Trias y así han pactado introducir cambios a partir de una iniciativa impulsada por la formación de Trias en la comisión de Urbanismo, según la cual también se apuesta por poner en marcha la elaboración del Pacto de Ciudad por la Vivienda.

En tres meses, los socialistas han empezado así a cambiar lo que creen equivocado del periodo anterior, si bien han continuado con lo que consideran acertado.

Por ejemplo, Collboni ha revertido el denominado urbanismo táctico en la calle Pelai, mientras ha declarado toda Barcelona área tensionada del mercado de vivienda.

3.- NORMALIZAR RELACIONES CON LA CORONA Y GENERAR CONFIANZA

Con los mismos propósitos y para generar «confianza», Jaume Collboni ha llenado su agenda de encuentros institucionales y con agentes sociales.

Destacan la reunión con el Rey Felipe VI, sin precedentes, ya que el último alcalde de Barcelona recibido por el jefe del Estado fue Jordi Hereu, por Juan Carlos I, hace 17 años. Además se ha reunido con el presidente de la Generalitat, la presidenta del Parlament y diversos ministros.

El nuevo alcalde de Barcelona ha apostado desde el primer minuto por el «diálogo» con encuentros con representantes del Tercer Sector, Federación de Vecinos, de entidades económicas como el Cercle d’Economia e incluso ha convocado a los sindicatos UGT y CCOO y a Pimec y Foment del Treball para empezar el Diálogo Social Barcelona.

4.- RESPONDER A LAS DEMANDAS DE LA CIUDADANIA

Los barceloneses se quejan de la limpieza del espacio publico y la seguridad y Collboni ha encarado la respuesta a estas demandas básicas como una prioridad.

El Plan Endreça engloba desde la exigencia a las concesionarias del servicio de limpieza al aumento de las sanciones a los incívicos.

En seguridad, aún no se han notado los cambios pero la llegada inminente de la nueva promoción de la Guardia Urbana y de más Mossos, fruto del acuerdo presupuestario entre el Govern y el PSC, forman parte de la respuesta del nuevo gobierno municipal.

5.- LA OPOSICIÓN, A DISTANCIA

En contra de lo que se podría esperar de un gobierno en minoría, el de Jaume Collboni no parece demasiado preocupado por las alianzas y dedica al diálogo con la oposición menos esfuerzos que a otros.

La inercia con que se mueve el ayuntamiento y el contexto político, con la incertidumbre en la investidura del próximo presidente del Gobierno, parecen influir en que Collboni no tome la iniciativa por ahora para intentar conseguir un gobierno que esté en mayoría.

No hay conversaciones formales con los comunes de Ada Colau, exsocios, que insisten en que las tres formaciones progresistas (PSC, BComú y ERC) gobiernen en coalición y amenazan con no negociar los presupuestos para 2024 si los socialistas no lo intentan.

Tampoco con Trias con Barcelona-JxCat, que ganó las elecciones, y que, a pesar del enfado porque los socialistas le arrebatasen a Xavier Trias la alcaldía el mismo día de la investidura, se muestra dispuesta, si Jaume Collboni se lo ofrece y llegan a un acuerdo, a entrar en un gobierno de coalición que estaría en mayoría en el consejo municipal.