María Cruz, promesa del flamenco, debuta en el teatro con «Amores flamencos»

La bailaora, María Cruz, en unas imágenes cedidas por la productora del espectáculo
Agencia EFE

Las consecuencias que está dejando la pandemia en el flamenco no ha restado fuerzas ni ilusión a la joven bailaora María Cruz, 19 años, que mañana estrena en el Teatro Edp Gran Vía de Madrid «Amores flamencos», un espectáculo que «recoge el testigo de nuestros antepasados e invita a la evolución, habla del ciclo de la vida».

Su instinto, el cante, el rasgueo de la guitarra y las palmas marcan los pasos de baile de María Cruz (Madrid 2001) desde que tenía algo más de dos años de edad. «Se me quedó grabado una clase de baile en el centro cultura de mi barrio natal, Villaverde Bajo», ha contado este lunes en una entrevista a Efe. «No era consciente ni tenía conocimiento del flamenco, pero algo me pellizco», recuerda María Cruz que desde entonces el baile lo es todo para ella, «mi vida, mi manera de vivir».

En ese mismo centro comenzó su aprendizaje. Después continuó su formación en la escuela Amor de Dios y en 2016 inició sus estudios en Bellas Artes, a la par que compaginaba su formación de danza en varias academias. Antonio Canales, Manuela Carrasco y Pastora Galván han sido «algunos de mis maestros».

Dos años después, en 2018 funda junto a su madre Conchi, el centro de flamenco y danza «El Lucero», «ese mismo año decido dedicarse plenamente al flamenco e ingreso en el conservatorio hasta el 2020», año en el su carrera artística dio un giro importante tras su paso por el programa «Got Talent España», en el que consiguió un puesto en la final .

El flamenco es todo para ella. «Yo no sé hablar; hablo con mi baile, el medio de comunicación mas importante que tengo», añade María Cruz que se autodefine como una «persona tímida», una timidez que pierde en el momento de subirse al escenario. «Sobre las tablas me olvido de todo, me centro en ser yo misma y en sacar lo que no digo con las palabras», cuenta Cruz que reconoce que cuando baila no piensa. «En el momento que oigo la música, me dejo llevar, todo fluye».

«Es una bailaora valiente, racial y con gran instinto», así ha definido a María Cruz el bailarín, coreógrafo y director artístico de «Amores flamencos», Carlos Rodríguez, que durante una charla con Efe ha detallado que esta artista «tiene talento, mucha luz, es especial, emociona con sus movimientos».

Hasta el 13 de junio, María Cruz junto a nueve bailarines más y siete músicos hablará con su baile de una historia universal, «el ciclo de la vida y el respeto a la madre tierra, que cede, una y otra vez más, el testigo de la creación a las generaciones venideras», añade Rodríguez.

«El flamenco es el grito del alma que llevamos encerrado los bailaores», dice Rodríguez que lleva mas de 30 años investigando el flamenco, haciendo cosas nuevas sin que su esencia. «Abrir puertas en el flamenco siempre ha sido complicado, hay mucho purista que piensa que se va desvirtuar, pero llevo una vida entera trabajándolo para que cada día sea más grande», cuenta Rodríguez.

«Amores flamencos» ofrece un recorridos por los palos flamencos, pero María Cruz adora bailar soleás y la soleás por bulerías, «en el flamenco también manda el estado de ánimo, se baila según te sientes», matiza Cruz, sueña con «seguir bailando».

Fuente: © EFE 2021