Valencia, 29 sep (EFE).- La periodista y escritora Marta Robles afirma que es feliz con la lectura aunque sea de libros malos y con la escritura aunque a veces sufra, «porque incluso cuando los escritores hablamos de monstruos verdes -confiesa- hablamos de nosotros mismos».
Robles (Madrid, 1963) se encuentra este jueves en Valencia, donde por la tarde recibe el Premio de las Letras del Ateneo 2022, concedido por el Ateneo Mercantil, por su «extensa y productiva» trayectoria literaria, que con anterioridad recibieron autores como Lorenzo Silva (2021), Espido Freire (2020) y Víctor del Árbol (2019).
En una entrevista con la Agencia Efe, Robles reflexiona sobre la importancia de la lectura en su vida, desde niña, que asegura ha sido su «vía de escape», y la escritura su «vida».
«Llevo escribiendo desde que era una niña, no recuerdo un día sin escribir desde los 13 años», asegura la autora, que el 30 de noviembre publicará con Espasa su decimoctavo libro, el ensayo novelado «Lo que la primavera hace con los cerezos. Historia de amor y desamor de grandes creadores».
«La lectura ha sido mi vía de escape, lo que ha dado sentido a mis días y la escritura de una manera también, a partir de todos mis defectos y carencias, de necesitar explicarme a mí misma contando y trasladar mis sentimientos y emociones al papel», señala.
«Con la lectura solo soy feliz, incluso cuando leo un libro malo», pero con la escritura, matiza, «a veces sufro y a veces soy muy feliz porque te cuentas a ti mismo tu propia historia».
Y los escritores, «incluso cuando hablamos de monstruos verdes, estamos hablando de nosotros mismos y todo gira en torno a dos únicos temas: el amor y la muerte, y hay momentos muy complicados», confiesa la periodista madrileña.
Habla también de la escritura como un oficio que «implica muchas horas de transpiración, pensando, documentándote y buscando el desenlace adecuado; es un esfuerzo enorme que lo gozas pero también lo sufres».
«Solo con emoción las obras literarias, como las de creación de cualquier tipo, se convierten en arte», reflexiona.
Su próximo libro, el ensayo novelado -con guiño a Neruda en su título- «Lo que la primavera hace con los cerezos. Historia de amor y desamor de grandes creadores», enlaza precisamente la creación con los sentimientos y emociones a través de la vida de artistas de diferentes disciplinas, como escritores, pintores y músicos, algunos muy conocidos, y otras historias desconocidas que pueden resultar «bastante sorprendentes».
Historias en las que desvela, desde una perspectiva muy personal y con parte de ficción, cómo «el amor y el desamor han movido sus carreras artísticas», avanza la escritora.
Escribir, confiesa, «es una cuestión de necesidad» porque tiene «muchas historias que contar» y le da la sensación de que le falta tiempo.
En su mente, ahora, vuelve a estar presente el detective Tony Roures, protagonista de su trilogía de novela negra -«A menos de cinco centímetros», «La mala suerte» y «La chica que no supiste amar»-, que regresará en su próxima novela con una historia «muy potente» y que era, asegura, un reclamo de sus lectores durante la promoción del exitoso «Pasiones carnales» (Espasa, 2021).